Noticias Tenerife Juan Santana | Domingo de Resurrección y Reflexión

Juan Santana | Domingo de Resurrección y Reflexión

En un planeta habitado por aproximadamente 7.000 millones de personas divididas en tres tipos de actitudes, según contaba el abuelo, porque decía que las personas están divididas por inteligentes, listos y los inteligentes que se pasan de listas. Los pensadores están continuamente haciéndose y haciendo preguntas profundas, ¿Te has fijado que el 99 % o más de las personas que comentan en las redes sociales no saludan ni se despiden?.

¿Hemos perdido la gran mayoría los Valores Morales o realmente somos así de raros sin sentimientos?. En mi caso personal, amigos de toda la vida, después de meses sin hablar entran a comentar de cualquier tema y no saludan, a lo mejor te sueltan un mal rollo y desaparecen, pero que conste qué estoy enganchado a dejar el simple saludo. Vivimos tiempos de mucha reflexión porque sobran horas para comernos el coco haciendo un repaso a nuestra vida, especialmente los qué tenemos la suerte de llevar muchos años caminando y algunos tenemos la gran suerte de parecer que llevamos siglos, porque hemos recorrido más kilómetros que un taxista y las vemos venir, a nuestra manera obviamente.

Hoy es domingo de Resurrección por aquello de que Jesucristo resucita entre los muertos según la Biblia, pero también siento en mi corazón llamarlo Domingo de Reflexión. Jesucristo fue un revolucionario número uno y es imposible borrarlo del mapa, igual que tampoco podemos borrar la imagen del Che Guevara, ni la de Franco, ni la de Hitler por muy buenos o hijos de la gran Bretaña que fueran cada uno de ellos. Si estás leyendo hasta este momento, seguramente estarás identificado con esta reflexión, porque somos muchos los que sufrimos en nuestro interior la lejanía o la perdida de seres queridos por infinitas razones. Nadie es perfecto, puro y sano, nuestros mismos corazones están entremezclados.

Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano porque el tiempo pasa y jamás volverá.

 

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