Noticias Tenerife Conductores de Titsa hacen un llamamiento algunos pasajeros “maleducados”

Conductores de Titsa hacen un llamamiento algunos pasajeros “maleducados”

Pasajeros se han enfadado porque algunos irresponsables pegan sus chicles en los sillones de las guaguas y para colmo, en las guaguas nuevas.

Pegar el chicle es una mala, horrible y pésima costumbre. Si bien “pegar el chicle” suele ser una frase para decir que alguien ya encontró pareja. Como dijo Claudia en la Vanguardia, la goma masticada por alguien se adhiere casual o intencionalmente a la ropa de otra persona, un zapato o a la vía pública, ya sea pegados en el suelo como manchas oscuras, decorando un árbol o la pared. “Es para evitar que se nos pegue en la ropa cuando nos tiramos en el suelo”, dice un estudiante, al tiempo de que pega su goma de mascar en un árbol.

Sin embargo, este comportamiento no es privativo de los jóvenes. Lugares como el centro de la ciudad o en miles de aceras, son las que más plastas pegajosas tienen en el suelo. Las clínicas del Seguro Social también enfrentan este problema, a grado tal que el propio delegado del IMSS, José Luis Dávila Flores, inició una campaña para limpiar los pisos y eliminar esta fea costumbre. Ahora en cada unidad médica hay un letrero de lámina en donde se puede “pegar el chicle”. Es una falta de cultura y para el director de Servicios Primarios del Municipio, Rogelio Guajardo, esta es una mala costumbre, particularmente en el centro de la ciudad, caracterizado por una alta afluencia personal.

“Es una mala costumbre que tenemos, chicles en banquetas y calles, es una fea costumbre difícil de erradicar y no hay una reglamentación al respecto en específico a los chicles. “No hay afectaciones graves o un problema latente, sólo mala imagen y puede ser molesto pegarse uno. Hay papeleras diseminadas para este efecto”.

Juan Santana

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