En tertulias de amigos y desconocidos surge el tema de las luces de Navidad y todas las opiniones son respetables obviamente. Algunos opinan que no tienen que ponerse dichas luces de colores, con las típicas estrellas, los ciervos y demás decoraciones, para que ese dinero fuera para las familias más necesitadas. Mi opinión personal y estoy totalmente convencido es que “Sí” tienen que decorar todas las calles que se puedan, aunque sean con menos luces de colores y la mayoría de las familias que dispongan de balcones que también cuelgan luces de Navidad, aunque sean los cables de luces que venden en las tiendas Chinas a dos euros, porque “Los niños no tienen culpa de que los adultos en gran mayoría seamos una manada de búfalos amargados”.
Hay dinero para ayudar también a las familias más necesitadas en los Ayuntamientos. Estamos viviendo especialmente en Canarias y también en muchas partes del mundo una entrada brutal de musulmanes que no tienen estas creencias por sus razones totalmente respetables y si para colmo vivimos unas navidades oscuras, la tristeza será con doble ración. Si no podemos regalar algo de mucho valor económico, no importa, pero que no falten las luces de colores, las miradas tiernas, los mil perdones y los millones de felicitaciones y reflexiones.
Por favor, la famosa canción falsa de navidad que tampoco nos falte, aquella que dice, “Vamos cantemos todos juntos en el mismo mar…”, aunque los adultos quemados, sabemos que esta canción solamente nos la creeremos cuando estemos muy borrachos.
Las luces de Navidad durante muchos años han sido símbolo de Paz y Amor y esperamos que así sea por muchos siglos.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Por: Juan Santana.
