En el marco de la Operación ÉRPON, la Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas ha llevado a cabo una intervención el pasado 4 de mayo de 2023 en la isla de Tenerife. Durante un registro domiciliario en una finca privada que actuaba como zoológico clandestino en el municipio de Güímar, se encontraron diversos especímenes vivos, caparazones de tortugas, ejemplares muertos congelados y huevos.
Todos estos elementos están protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Inicios de la investigación
La investigación de la Operación ÉRPON se inició en septiembre de 2022, después de la incautación de un espécimen CITES en la Operación NAJA-GC en Gran Canaria. Se descubrió que el ejemplar había sido vendido desde la isla de Tenerife, lo que proporcionó indicios para sospechar que el detenido estaba cometiendo un presunto delito contra la flora y fauna.
Durante la fase de investigación, se analizó la documentación presentada para respaldar la tenencia de los animales. Se determinó que muchos de los especímenes no cumplían con la normativa vigente, ya que carecían de registro como núcleo zoológico, no se reconocía la instalación como centro habilitado para recibir especies exóticas invasoras y el propietario no había presentado la declaración responsable sobre la tenencia de especies invasoras.
Con la correspondiente orden judicial del Juzgado de Instrucción número uno de Telde, el SEPRONA de la Comandancia de Las Palmas se trasladó al municipio de Güímar en Tenerife, donde llevó a cabo el registro domiciliario y detuvo a un individuo.
Durante la inspección, se encontraron un total de veintiocho especímenes vivos, que incluían diferentes especies de tortugas, así como caparazones, ejemplares muertos congelados y huevos. Todos estos elementos están protegidos por la Convención CITES y están catalogados en los APÉNDICES I y II del Convenio. Además, se encontraron tres especímenes vivos no protegidos por la CITES. Todos los animales fueron incautados y trasladados a la Fundación Neotrópico en Tenerife para garantizar su atención y cuidado.
De los catorce especímenes catalogados en el APÉNDICE I, trece eran iguanas cornudas, que son especies exóticas invasoras. Trece de estos especímenes tenían microchips, y se verificó que el animal incautado en Gran Canaria pertenecía al mismo grupo. Sin embargo, estos animales no estaban registrados en la base de datos de identificación animal, y no se tenía información sobre el veterinario que había realizado los implantes de microchips. Este requisito es crucial, ya que solo los veterinarios pueden llevar a cabo este procedimiento clínico.
Para depositar los animales protegidos por la CITES a nivel nacional, se cuenta con una red de centros de rescate y posibles centros asociados que cumplen con los estándares establecidos por la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA) para el cuidado y alojamiento de animales.
En este caso, la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España designó a la Fundación Neotrópico como centro de rescate para los especímenes incautados. Todo lo intervenido está a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Telde.
Un animal fallecido
Además, se descubrió que la finca inspeccionada había sido utilizada como un criadero ilegal para la reproducción de especímenes de diferentes especies, algunos de los cuales están protegidos por el Convenio CITES. Tristemente, uno de los animales intervenidos falleció debido a su precario estado de salud y debilidad.
Animales en condiciones inadecuadas y falta de documentación
Tras el análisis de la documentación y los informes técnicos de las Autoridades Administrativas, el SEPRONA determinó que la mayoría de los especímenes se encontraban en situación irregular, ya que carecían de documentación y marcado, lo que incumplía las normativas relacionadas con el comercio de especies amenazadas de fauna y flora silvestres, así como las especies exóticas invasoras.
Los animales eran mantenidos en condiciones zoosanitarias inadecuadas y sin la protección adecuada contra las inclemencias del tiempo. Muchos de ellos presentaban un estado nutricional y de suministro de agua deficiente.
Las especies acuáticas se encontraban en instalaciones de dimensiones reducidas, con agua turbia, eutrofizada y maloliente. Además, no se podía establecer una trazabilidad de los animales, y no se encontraba registro de entrada y salida, lo cual violaba la legislación sobre la salud y el bienestar animal.
Autoridades que realizaron la labor
La Guardia Civil (SEPRONA) contó con la colaboración de la Fundación Neotrópico, designada por la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, así como del personal de la Dirección General de Ganadería, el Servicio de Industrias, Registro y Bienestar Animal de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, y el personal veterinario designado por el Ayuntamiento de Güímar y diversas unidades de la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife.
Como resultado de estas acciones, la Guardia Civil ha iniciado una investigación por presunta comisión de delitos contra la flora y fauna, delitos contra los animales, así como usurpación de funciones públicas e intrusismo.
Además, se han informado a la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural, la Dirección General de Ganadería, la Dependencia Provincial de Aduanas e Impuestos Especiales y el Ayuntamiento de Güímar.
