Noticias Tenerife El mar y el cielo de Alcalá volverán a brillar en su ‘Noche de fuegos’

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El mar y el cielo de Alcalá volverán a brillar en su ‘Noche de fuegos’

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Una campaña del Ayuntamiento isorano y la Comisión de Fiestas promueve que esta exhibición pirotécnica sea declarada Bien de Interés Turístico.  La primera referencia histórica  de los juegos de Alcalá data de 1925.

Casi 400 kilos de material pirotécnico reglamentario iluminarán el próximo martes 15 de agosto a partir de las 12 de la noche el cielo, el mar y la bahía de Alcalá durante la exhibición pirotécnica denominada “Noche de fuegos”, espectáculo que tendrá una duración de 15 minutos aproximadamente. Así lo aseguran representantes de la Comisión de Fiestas de Alcalá 2017, responsables de los festejos en honor a la Virgen de Candelaria, que este año destinarán el 25% del presupuesto total de las fiestas para sus afamados fuegos artificiales. “Se podrán ver fuegos en el cielo desde 6 puntos distintos”, apuntan.

Casi un siglo lleva este pueblo de Guía de Isora atrayendo visitantes a sus fiestas en honor a la Virgen de Candelaria, con el reclamo principal de los fuegos artificiales, que cada año se celebran el 15 de agosto. Una exhibición de luz, color y sonido de las más importantes de Tenerife y probablemente también de Canarias.

Según la opinión de los profesionales que los montan, “estos fuegos son muy vistosos, y sin duda los más complicados de montar, ya que tenemos que adaptarnos al terreno, donde casi no hay zonas llanas”. La gran mayoría del material hay que cargarlo en barcas y llevarlos hasta las bajas (formaciones de lava en la bahía del pueblo), además de llevar miles de sacos de arena, de entre 20 y 30 kilos de peso cada uno, para asegurar y calzar las carcasas desde las que se lanzarán los fuegos con seguridad sobre las rocas.  Para realizar el trabajo de llenar y llevar los sacos de arena a las bajas, la comisión de fiestas suele contratar a varias personas que comienzan con el transporte desde varios días antes.

Este año los fuegos de Alcalá corren a cargo de la Pirotecnia Hermanos Toste. La duración dependerá de si corre brisa que ayude a disipar el humo que generan las explosiones en el cielo, lo que permitirá acelerar o retrasar el ritmo. Entre los 373 kilos de material pirotécnico, no faltarán como cada año los tradicionales fuegos acuáticos que explotan sobre el agua. Los fuegos se tiran habitualmente de cuatro puntos: la Baja de Afuera, la Baja Larga, Baja de Tierra y desde el muellito de la vieja fábrica de conservas.

Dispositivo de seguridad y consejos.-

La Policía Local de Guía de Isora tiene a punto su dispositivo especial para las fiestas de Alcalá, y en especial para la noche de los fuegos el martes 15, cuando acuden miles de personas a presenciarlos. El amplio despliegue de medios se realizará en coordinación con la Guardia Civil, Servicio del 112 del Gobierno de Canarias, Asociación de Emergencias Anaga (AEA) y Bomberos Voluntarios de Guía de Isora, según informa la concejal de Seguridad Ciudadana, Ángeles González.

Campaña de promoción

Dada la singularidad de los fuegos de Alcalá y su dilatada tradición, el Ayuntamiento de Guía de Isora y la Comisión de Fiestas de Alcalá impulsan una campaña de difusión y promoción de “este evento de gran interés cultural y turístico para el municipio isorano” según resalta la concejala de Cultura isorana, Lorena Medina.

Un poco de historia

El investigador José María Mesa asegura que en 1925 aparece la primera referencia histórica a esta parte de los festejos. En aquella época, “un bote de pescadores tira fuegos artificiales y avanzaba en paralelo a la costa, hasta que llegaba al final de la muralla” donde se celebraban los bailes. Eran tiempos de los barcos de cabotaje, que tenían en Alcalá una de sus escalas, y de los veraneantes que bajaban de Chío y Guía. Al año siguiente, 1926, también se tirarán fuegos desde un bote y en la zona de la ermita, pero se introduce uno de los grandes aciertos del espectáculo: “también se quemarán bonitos fuegos de artificio en el risco llamado Baja de Afuera” según recogía el programa de las fiestas de ese año.

Las fiestas incluían los denominados «paseos con música» o los bailes con pianola, celebrados supuestamente en la muralla, que es la zona elevada junto al embarcadero, hoy calle La Muralla. Uno de aquellos barcos de cabotaje, conocido como «el vapor Virgen del Carmen», hacía un viaje extraordinario a La Gomera y volvía con personas que venían «especialmente» a la Fiesta de Alcalá. Los fuegos eran realizados por José y Manuel Rodríguez Alonso, pertenecientes a una familia de afamados fogueteros de Guía de Isora.

Los fuegos de Alcalá fueron novedosos desde el principio, aunque su gran impulso lo alcanzan con el desarrollo de zonas turísticas en municipios vecinos. Hoy resulta difícil ver los fuegos desde Alcalá si no se viene varias horas antes.

Lo que cuestan estos fuegos es uno de los secretos mejor guardados por las diferentes comisiones de fiestas. Como regla no escrita de los últimos años, especialmente las últimas dos décadas, los fuegos suponen alrededor de la tercera parte del presupuesto de los festejos. Según ha reconocido la Comisión de Fiestas, “este año suponen un 25% del presupuesto de los festejos”. Conseguir ese dinero significa año tras año un gran esfuerzo, pidiendo casa por casa, comercio por comercio, organizando eventos, etc.

Los fuegos han crecido en cantidad, calidad y espectáculo, pero mantienen el mismo esquema desde hace unos 50 años. Su encanto está en el escenario, integrado por las bajas de lava volcánica, el embarcadero y la muralla, y en que se tiran al mismo tiempo desde distintos puntos. Si el estado de la mar es bueno, está despejado y corre algo de brisa, la exhibición alcanzará su máximo esplendor.

 

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