Los videos grabados por un vecino documentan los golpes y las patadas al que era sometido el animal de forma continuada.

El día 22 de abril 2018, la Fundación FAADA recibió la denuncia de un vecino de Sant Adrià del Besós (Barcelona), que en varias ocasiones había sido testigo de cómo una pareja maltrataba de forma reiterada y cruel a su perro.

El hombre ha podido grabar una serie de videos donde se aprecia claramente el maltrato al que se ha sometido al animal: patadas, golpes con la fregona, lanzamiento de colillas de cigarro.

A la vista del contenido de los mismos, desde FAADA se ha procedido a denunciar los hechos ante los Mossos d’Esquadra, cuya unidad especializada de medio ambiente, a pesar de haber visualizado los videos, acudió al domicilió y consideró que el animal estaba bien con sus propietarios “porque movía la cola”. En ningún momento dichos agentes plantearon la posibilidad de que el perro fuera visitado por un veterinario y un etólogo para valorar profesionalmente el caso.

Recordamos que en otro caso muy parecido que tuvo lugar en el municipio de Barcelona, la Guardia Urbana no dudó en decomisar a la gata víctima de abusos indicando que “este tipo de maltrato también ocasiona un elevado nivel de ansiedad y estrés al animal que podría dar lugar a diferentes trastornos de comportamiento”.

Teniendo en cuenta lo sucedido y la gravedad de los hechos, FAADA ha solicitado medidas cautelares al juzgado de Badalona que instruye el caso, concretamente, el decomiso del animal y su traslado a un centro de acogida para que pueda recuperarse psicológicamente y en un futuro ser dado en adopción.

Las medidas cautelares se fundamentan en los claros indicios de maltrato reiterado –y en consecuencia de un delito continuado de maltrato animal del art. 337 del CP– que pueden generar en el animal un daño emocional irreparable así como en secuelas comportamentales permanentes.

Dichas patologías están fundamentadas en los informes realizados de forma altruista por Alfonso Bañeres, veterinario de la Asociación Basati, y por la etóloga Beatriz Sanjurjo.