Ante los primeros síntomas de malestar hay que salir del agua y en caso de presenciar una emergencia, llamar al 1-1-2 y seguir las recomendaciones del médico coordinador.
El Servicio de Urgencias Canario (SUC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, recuerda las maniobras de auxilio que se deben llevar a cabo en caso de que una persona sufra ahogamiento o síndrome de inmersión, ante la llegada del verano.
Como en otras situaciones de emergencia, la prevención es lo más importante. En este sentido, los médicos coordinadores del SUC insisten en que ante la aparición de síntomas como escalofríos o tiritona persistente dentro del agua se debe salir inmediatamente de la misma. Otros síntomas de alarma son sensación de fatiga; dolor de cabeza o pinchazos en la nuca; picores en el abdomen, brazos y piernas; sensación de vértigo, mareo o zumbidos en los oídos; visión borrosa o en “lucecitas”; y calambres musculares o dolores articulares.
No obstante, si se produce una situación de ahogamiento los médicos coordinadores recalcan que además de socorrer a la víctima, es necesario alertar cuanto antes al sistema de emergencias a través del teléfono 1-1-, para garantizar que llega la ayuda profesional.
En el caso de que la persona en apuros se encuentre en el mar, el SUC advierte al que vaya a auxiliarlo que, además de ser un buen nadador, debe acudir con algún objeto que flote (tubo de rescate, salvavidas, tabla de surf…) que sirva de ayuda y así evitar una segunda víctima.
La forma de acercarse a la víctima cuando ésta se encuentra en el agua también es muy importante. Si la persona está consciente, hay que hacerlo por detrás para evitar que, con la situación de pánico, la víctima se agarre al socorrista y terminen hundiéndose los dos. En estos casos, el socorrista debe pasar los brazos por debajo de las axilas de la víctima, sujetándola firmemente y buscando la flotabilidad, y si dispone de un flotador colocarlo entre su pecho y la espalda de la víctima. Además, es importante hablarle al oído para tranquilizarla y que colabore.
Si por el contrario el afectado se encuentre en estado inconsciente, hay que sacarle la cara del agua lo antes posible. Una vez en tierra, hay que comprobar si el afectado respira y tiene pulso.
En el caso de que la persona comience a respirar, puede que tosa y tenga dificultad para respirar por lo que debemos tranquilizarla y dar confianza, colocándola en la posición lateral de seguridad hasta que llegue la ayuda sanitaria. De no ser así, significa que el afectado se encuentra en parada cardiorrespiratoria, y se debe comenzar a realizar masaje cardiaco hasta la llegada de los equipos de emergencias. Este masaje en muchas ocasiones se realiza bajo las indicaciones del médico coordinador del SUC que permanece al otro lado del hilo telefónico.