El Gomero Evangélico transformado
Tengo bastantes amigos que se han convertido en evangélicos después de llevar unas vidas diferentes sin entrar en detalles. Mi hermano de sangre Pepe el fisioterapeuta en el sur de Gran Canaria por ejemplo gracias a mi amigo Rafael Castro de la Funeraria, entró en éste mundo de los evangelistas y siempre estaban hablando de Dios pa’rriba y Dios pa’bajo.
Y digo gracias a Rafael por no decir gracias a Dios, pero como según la Biblia Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, Dios tuvo que ser un golfo de la hostia, pero cuando llevamos vidas desorganizadas de aquella forma y de buenas a primera, te pasas el día rezando, leyendo la Biblia, todos los domingos a misa y en la boca siempre una sonrisa, imagino que estarás iluminado o serás un iluminado.
Recuerdo ir a la boda de mi hermano en el Sur de Gran Canaria con mi padre en paz descanse y teníamos que ir fuera dónde estaba el coche, porque el whisky estaba en el maletero y los evangelistas tienen prohibido echarse unos tanganazos.
Luego su exmujer, mi cuñada se enamoró de otro hombre y están divorciados, lo cual demuestra que aunque juremos por la Iglesia ante Dios hasta que la muerte nos separe, aquí no se escapa ni Dios, cuando abajo el del infierno llama a tu puerta y a partir de este momento también mi hermano Pepe, mandó a Dios a freír chuchangos. Luego está el pastor Christofer que cuando le pregunté en que momento Dios le iluminó, respondió que fue una mañana al despertar y bla, bla, bla, pero le pregunté después, “¿Tenías algún vicio?” y respondió que era alcohólico, es decir, que demostró tener un pasado turbio con turbo.
Cuando pregunté a mi hija de veintitrés años si creía en Dios, respondió, “Dios es una palabra que la utilizan las personas con autoestima baja” y le dije que la autoestima alta suelen tenerla quién está solventado a nivel personal con salud, dinero y amor, pero cuando faltan éstas cosas, muchos solemos acudir a la espiritualidad y si te trinca un pastor con buena labia te llevará al huerto y serás una oveja más del rebaño.
Esto pudo pasarle a mi amigo el gomero, porque ahora no hace sino hablar de Dios pa’rriba y Dios pa’bajo, pero mientras sea feliz, habrá que dejarlo, aunque le tengo prohibido hablar tanto de Dios cuando nos encontraremos en el camino, porque cuando somos cansinos con cualquier tema, suelen mandarnos a eso mismo, a freír chuchangos.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.
