Las 250 mascotas acogidas en los albergues y los más de 1.000 animales de ganadería que han sido atendidos durante el incendio que asola Tenerife han sido atendidos por 44 veterinarios voluntarios tinerfeños a los que se han unido 14 voluntarios más llegados desde Gran Canaria para reforzar el dispositivo puesto en marcha por el Colegio de Veterinarios de Tenerife, en colaboración directa con Cruz Roja y siempre bajo la coordinación del Gobierno de Canarias.
La visita se centró en uno de los albergues habilitados por Cruz Roja en la isla, el de Quiquirá en La Orotava. “Este albergue custodia un sinfín de animales, entre perros, gatos, conejos, cobayas y aves diversas”, manifestó el presidente del Colegio de Veterinarios de Las Palmas, Alejandro Suárez. Mientras Javier Delgado, veterinario de la junta directiva del Colegio de Las Palmas que se desplazó a Tenerife para trabajar sobre el terreno, ha valorado que “no hay precedentes en España en la atención en situación de emergencia de tantos animales juntos”.
Por su parte, María Luisa Fernández Miguel, presidenta del Colegio de Veterinarios de Tenerife, agradece la colaboración de los compañeros llegados desde Gran Canaria y señala que en los tres albergues que han estado en funcionamiento (Arafo, El Chorrillo y La Orotava) se ha atendido 160 perros y 50 gatos además de conejos, cobayas, periquitos, agapornis, canarios y una importante cantidad de gallinas.
En la noche del martes la Cruz Roja comunicaba el cierre del albergue de El Chorrillo, y el regreso a casa de las 74 personas alojadas en el pabellón de Quiquirá, con lo que buena parte de estos animales están recibiendo ya el alta por parte del equipo veterinario.
Uno de los objetivos principales de los veterinarios voluntarios ha sido cumplir lo más estrictamente posible con los parámetros de bienestar animal. Para ello, por ejemplo, se han evitado al máximo los ruidos, se tapaba a los gatos y se suministraba a todos hormonas apaciguantes para que estuvieran lo más tranquilos posible dentro de la situación de estrés que supone estar fuera de sus casas y alejados de sus familias.
Además, se ha atendido a aquellos que tenían enfermedades y/o lesiones: desde conjuntivitis a curar las heridas de una cirugía previa o estar pendientes de una perrita preñada a término.
También ha habido animales que han pasado estos días en clínicas “porque todos los compañeros han puesto de su parte todo lo que han podido, unos trabajando a los albergues y otros poniendo a nuestra disposición sus clínicas”, explica la presidenta tinerfeña. Es el caso de un grupo de cinco cachorros que no podían estar con el resto porque aún no tenían completada su pauta de vacunación y un gato que estaba en malas condiciones físicas y necesitaba cuidados adicionales.
Por lo que respecta a la ganadería, la atención se ha centrado en el control sanitario de los animales que debían ser trasladados.