La oficina de denuncias y atención al ciudadano (ODAC) de la Comisaria de la Policía Nacional de la Avenida Tres de Mayo se ha convertido en un tormento para los pocos policías que realizan sus servicios en ella, al igual que para el ciudadano.
Ocurre que es solo un policía quien a veces tiene que atender las cuestiones que surjan en un área poblacional de miles de personas, lo cual se vuelve insostenible para estos agentes, llegando incluso a tener que ser asistidos en el servicio de urgencias correspondiente; enfermos ante una situación que es imposible asumir.
Esta ODAC necesita de un mínimo de tres funcionarios, y menos privan del servicio mínimo que merece una ciudad como Santa Cruz de Tenerife.
Ya no se trata de un hecho puntual en que los ciudadanos deban esperar ocho horas para ser atendidos como ocurrido en carnavales, es que esto sigue ocurriendo y así ha sido a finales de mayo y, también, durante este mes de junio.
No podemos seguir mortificando así a los ciudadanos ni a los policías, este dramático escenario no puede continuar. La denuncia no debe ser un tormento en el que el ciudadano rehúse de ella por el escollo que supone, sino que debe ser una situación placida, principalmente porque es un instrumento operativo muy importante para la labor policial y del que solo se vería beneficiado el delincuente, sin perder de vista de que este escenario tan desolador, también favorece unas estadísticas esperanzadoras, positivas, pero, irreales.
