Esta cifra corresponde a los tres primeros meses del año en los que el Cabildo insular ha facilitado ejemplares a instituciones, empresas públicas y particulares para su plantación.

La conservación de los bosques termófilos y la concienciación ciudadana son los principales objetivos de la iniciativa.

El Cabildo de La Gomera distribuyó 2.146 ejemplares de especies termófilas durante los tres primeros meses del año, dentro de las acciones previstas en el proyecto ‘Plántate’. Esta iniciativa, dirigida a la recuperación de este tipo de bosques, incluye la cooperación ciudadana con tareas de repoblación de una veintena de estas especies, entre las que destacan las hayas, sabinas, almácigos, acebuches o laureles.

Según los datos de la Unidad de Medio Ambiente, 24 de las solicitudes correspondieron a particulares; tres a instituciones públicas; y otras tres a empresas públicas. En términos porcentuales, el 74% de los ejemplares se destinaron a programas de empresas como Tragsa y Gesplan; un 18,3% a particulares; y un 6,9% se distribuyeron a los ayuntamientos de Agulo, San Sebastián de La Gomera y Valle Gran Rey.

Con estas medidas, la Institución insular impulsa la recuperación y conservación de los bosques termófilos, espacios en los que se han promovido plantaciones comunitarias con la participación ciudadana y de centros escolares. A ello se suman las actuaciones que cada ciudadano puede realizar, solicitando ejemplares para llevar a cabo tareas de reforestación en sus parcelas.

A las plantaciones comunitarias en Targa y Tañe se unen las jornadas formativas, en las que se han dado cita más de 200 escolares, contribuyendo a la formación desde edades tempranas, una meta fijada en el Plan Estratégico de la Reserva de la Biosfera, documento en el que se concentran las líneas de trabajo que siguen proyectos como este.

De manera simultánea se ha desarrollado una campaña de divulgación del proyecto con la distribución de un tríptico con información sobre este tipo de bosques, sus características y los riesgos que suponen las especies invasoras. Además, se expone la utilidad de estas acciones como garantía para la reducción de la pérdida de suelo, la captación de agua y la  minimización del impacto del cambio climático en la Isla.