Noticias Tenerife “Los placeres y los displaceres y los días”

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“Los placeres y los displaceres y los días”

El ser humano es una substancia esencial, es una unidad en sí, pero al mismo tiempo está formada y conformada por multitud de realidades que inciden en su ser y surgen de su ser.

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Esto que recuerda a la serie de artículos del maestro del columnismo FU, UmbralLos placeres y los días. Esta es la cuestión cuántos placeres y displaceres cada día soporta cada ser humano. Y, si unos placeres y otros displaceres son más intensos o más profundos o más superficiales o son menos. O, si constan de no solo diferencias en cantidades sino también en calidades, porque por muy agradable que sea un café con hielo en agosto, existen otras realidades más profundas y más gratas, no solo materiales, sino culturales, espirituales, morales en sí, lo agradable de una buena moral, que tanto obviamos/olvidamos…

También, la cuestión de si todos los placeres y displaceres son saludables o sanos a nivel psicológico, económico, y, un largo etcétera. Y, desde luego, si determinado placer o displacer es moral o ético, con una ética y una moral correcta o no lo es. Además, la dimensión si es espiritual-religiosamente correcto.

Como entenderán y comprenderán, estamos fijándonos en un tema o cuestión, que tenemos cada día presente, “lo que me gusta o disgusta”, pero que dispone y está preñado de muchas variables, perspectivas, dimensiones, factores, funciones, interrelaciones… Como todo lo humano es complejo y es simple-sencillo. Pero también debemos aceptar, que como todo lo humano y en todo lo humano, todo lo complejo lo hacemos más simple y simplificado, y, todo lo simple, demasiadas veces, lo complejificamos.

En casi todo, todas las cuestiones y temas, en casi todo existen diversidad de intereses, y, es difícil, encontrarse con personas que entiendan los intereses del otro. El taxista debe defender su negocio, pero también debe comprender que quizás la persona que ascienda a su buque de cuatro ruedas, debe tomar ese medio de locomoción por razones que usted nunca va a conocer o saber. Con lo cual, usted taxista debe ofrecerle un buen servicio, al precio más económico posible. Es la manera de que usted vaya avanzando en el guión de vivir y sobrevivir, pero también, avanzar moral y espiritualmente, irse haciendo usted mejor. Porque si todos nos quitamos el ojo, todos nos engañamos, todos nos quedaremos ciegos. Usted, me engañará en el taxi, y, yo en las frases e ideas y conceptos y artículos, y, al final, no sabemos quién pierde más.

Pero los placeres y los días, se complica más la cuestión cuándo tenemos en cuenta, en qué placeres son necesarios, según edad y tiempo, cuales te harán más persona moral y mejor, y, cuales te harán más peor persona. Poco a poco, nos vamos haciendo una escultura de nosotros mismos. La moralidad es como un traje que te vas haciendo, en el silencio de cada tarde. Te vas quitando un trozo de tela y colocándote un nuevo adorno. Y, al final vas haciendo lo que los antiguos denominaban la “personalidad moral”.

Dirá usted que este artículo no tiene un tema de actualidad y de novedad y de noticia. Es cierto y no es cierto. Porque usted dedica cinco minutos a leer una columna periodística, para que le abra alguna puerta a su ser y a su estar. Algo que usted quizás, lleva mucho tiempo sin pensar, se detenga un poco, y, piense y repiense, medite y remedite que puede usted volver a reflexionar. Porque todos los días se viste con sus ropas y todos los días se viste con los actos y actos morales que realiza o no, con las emociones morales que dispone o no, con los pensamientos y pensamientos morales que contiene o no…

Hoy, lamentablemente, todo el mundo está a todas horas con el móvil en las manos, y, el gran móvil de su cabeza de un kilo y pico de neuronas, no le deja que le hable. Tienes que en cualquier situación y estado, dejar que te hable, de forma moderada y racional tu encéfalo, y, él te recordará cosas del pasado, buenas y malas, te mostrará ideas y conocimientos, te atravesarán emociones y sentimientos, buenos y malos. Doblar esos caballos y amaestrarlos es difícil, pero hay que dedicar tiempo y conocimientos adecuados-verídicos.

Quizás, el silencio ruido de un metro o una espera médica o un rato en tu sillón. Que parece que no haces y haces. No se necesitan enormes ejercicios de meditación, posturas orientales, respiraciones según las metodologías clásicas, sino simplemente dejar que la mente fluya, sin obligarla, sentarse si es posible, empezar a mirar/se con sosiego… Y, entonces, todo ese volcán que llevas dentro, puede que vaya emergiendo, poco a poco…

Valorar qué placeres son racionales y lógicos y morales y saludables, y qué tristezas, que vienen también, cómo hay que hacer para llevarlas y sobrellevarlas y curarla y recurarla. Escuchar a tu móvil-cabeza, que lo tenemos casi olvidado…

http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm  © jmm caminero

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