El Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Laguna ha dado la aprobación definitiva a la ordenanza que regula los huertos urbanos en el municipio.

Este documento tiene como objetivo principal organizar el funcionamiento de los huertos comunitarios y promover su utilización por parte de los residentes.

El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, ha destacado la importancia de regularizar estos espacios a través de la ordenanza, la cual también se convertirá en una herramienta para estimular la búsqueda de nuevas áreas destinadas al cultivo ecológico en los entornos urbanos del municipio.

El líder municipal resaltó la utilidad de estos entornos verdes y ricos en biodiversidad que “mejoran la calidad de vida de la población, fomentando un consumo ecológico y saludable entre los habitantes, y promoviendo al mismo tiempo valores sociales esenciales en términos de conciencia ambiental y respeto hacia el desarrollo sostenible”.

“Los cuatro huertos urbanos existentes en el municipio fomentan las relaciones y el intercambio intergeneracional de conocimientos en agricultura, contribuyendo a reducir la soledad no deseada y mejorando el bienestar y la calidad de vida de la población”, añadió.

Ahora que ha concluido el periodo de exposición pública sin presentarse ninguna objeción, se está trabajando en el siguiente paso, que consistirá en “iniciar el expediente para aprobar las bases que regirán la explotación de las parcelas municipales destinadas a este uso”, anticipó el concejal de Medio Ambiente, Domingo Galván.

Galván destacó “el papel crucial que juegan estos huertos como fuente de actividad que acerca a la población a las tradiciones agrícolas locales, llegando incluso a servir como incentivo para muchas personas que, tras esta experiencia, deciden involucrarse en la práctica de la agricultura tradicional”.

En términos numéricos, el responsable municipal del Área detalló que La Laguna cuenta con un total de 80 parcelas y bancales en uso agroecológico.

La asignación de estos espacios verdes ha permitido revitalizar y recuperar aproximadamente 8.000 metros cuadrados de suelo abandonado, aumentando la diversidad en más de cien especies diferentes.

“Cada persona que participa dedica un mínimo de 6 a 12 horas semanales al huerto, una actividad que alivia la economía de los participantes y sus familias gracias a los productos frescos cosechados, lo que se traduce en un ahorro estimado de alrededor de 60 euros mensuales“, subrayó.

En cuanto a la ordenanza, se destaca en la misma los usos previstos para este tipo de espacios, así como aspectos relacionados con la gestión del agua, el uso de abonos orgánicos y el compostaje de los residuos derivados de los cultivos, entre otros.

La normativa detalla el procedimiento de selección de las personas y entidades beneficiarias de la explotación de los huertos urbanos de propiedad pública, las condiciones para su uso y disfrute, el proceso de adjudicación, así como la organización de su funcionamiento y aprovechamiento, entre otros aspectos.

Asimismo, contempla un régimen sancionador que regirá su utilización con el fin de prevenir actos y comportamientos incívicos, asegurando el cuidado y respeto de estas áreas. En este contexto, se prevén multas de diferente cuantía, según la gravedad y naturaleza de las infracciones cometidas.

Adicionalmente, se establece una Comisión Técnica de Seguimiento para garantizar el adecuado uso y conservación de las parcelas, incluyendo la adaptación de un número de huertos para personas con diversidad funcional.