A raíz de las polémicas en el mundo político por la entrega de Másters, hemos leído la letra pequeña de la destrucción de documentos en referencia a este tipo de trabajos de posgrado que normalmente se entregan como complemento a la nota adquirida. Los decretos reales en este aspecto son claros:

• La documentación se conservará en el archivo por un periodo máximo de 5 años desde la fecha de la publicación de las actas, a partir de la cual se podrá destruir.
• Son 4 años del trabajo final de Master en el archivo virtual y un año más para la acreditación de éste.

Tanto el trabajo físico como el virtual pasan a ser borrados por el Decanato o personal docente de la asignatura transcurrido el plazo previsto. La universidad obliga expresamente a la destrucción por haberse superado el plazo desde su realización.

El trabajo final de grado o máster, TFG y TFM respectivamente, son auténticos trabajos versados de universitarios en diferentes materias, expedientes de no más de 50 páginas con unas reglas de tipografía e interlineado con extensas bibliografías que los hacen extremadamente valiosos tanto para el propio alumno como para los académicos que los puntúan. Por ello existen en la actualidad diferentes sitios web que ofrecen sus servicios en trabajos como éstos: tustrabajosuniversitarios.com y nohagasnada.com son dos ejemplos de cómo conseguir pagando tu trabajo de fin de carrera o máster.

Muchos universitarios al terminar la carrera no encuentran empleo y tienen la sabiduría acumulada de años de estudio a los que hay que dar salida, es una de las razones por las que cada temporada muchos universitarios se pasan al lado oscuro para ganar dinero. Según nuestra fuente en este tipo de empleo puedes ganar entre 150 y 200 € al mes, una ayuda que a cualquier universitario le viene de perlas para material y abono transporte. Si se dedicara a hacer esto como un trabajo normal ganaría de 1000 a 1300 € un salario de los que ya no quedan.

Nuestra otra fuente afirma que ha juzgado en tribunales trabajos con serias dudas de autoría por parte del alumno, pero no consigue pruebas fehacientes. Un docente con más de 40 años con trayectoria laboral por el que han pasado muchos trabajos. Él afirma que un contacto directo entre profesor y alumno no habrá trabajo fraudulento. También destaca que la enseñanza online facilita mucho este tipo de trampas, es una situación en la que el TFG y TFM son meros trámites para no tener masificadas las aulas y que genera mucha precariedad en el sector de la enseñanza.

Y lo peor es que este tipo de trabajos no pueden ser considerados como plagios, porque es 100% original y ex novo. La propia plataforma donde puedes comprar este tipo de trabajos universitarios tienen programas que detectan si está plagiado o no, para las universidades es aún más difícil.

Conocimientos avanzados, aplicar e integrar conocimientos, evaluar y seleccionar teorías, predecir y controlar la evolución de situaciones, transmitir los resultados, desarrollar autonomía y ser capaces de asumir la responsabilidad del desarrollo profesional a través del estudio son factores que están cayendo en desuso a golpe de talonario. Habilidades que tras un TFG o TFM adquiere todo alumno y que algunos tendrán más a mano que otros gracias a esta innovación digital que come el terreno de la sabiduría cada día, esperemos que este mundo digital también nos devuelva algo de autoridad en originalidad en un mañana no muy lejano, distinguir por un texto quién lo ha escrito es el futuro.