Todos tenemos una vida personal y cada uno sabe sus cosas, sin entrar en detalles de las alegrías y tristezas, frustraciones o prejuicios, pero esos momentos que gozamos los más afortunados de poder vivirlos, jamás podrás explicarlo con palabras lo que se siente en ese espacio de tiempo.

Anselmo (camisa blanca y preñado) es uno de los hijos de Froilan en paz descanse, que fue Alcalde en el Municipio de Granadilla al sur de Tenerife hace muchos años y tengo el orgullo de tener un resumen de su vida escrita por su puño y letra para un libro que escribí en el año dos mil seis y quién esté interesado en leerlo, cuando tenga tiempo si quiere, puede ir a sentarse en la Biblioteca de la Universidad de La Laguna, porque justamente éste libro no pueden llevárselo, ya que viene cargado de información bastante privilegiada con sus cositas a favor y en contra, para según quién lea.

El libro bajo el título, “Ilusiones y Verdades compartidas” es un resumen de muchos acontecimientos desde los años 1.970 hasta el 2.006, pero en ésta carta el protagonista es Anselmo y los verdaderos amigos que estuvimos celebrando su cumpleaños.

Habían más de veinte personas y casi todos llegaban al medio siglo de vida o bastante más adelante, pero absolutamente todos con una energía positiva brutal y una luz que cuando éstas personas caminan por las noches, no hacen falta linternas.

De la forma que Anselmo invita es imposible negarse, porque podrás coger una depresión como digas que no, ya que Anselmo es de los pocos amigos que circulan por las carreteras y podría compartir todos los nombres de quienes estábamos, pero escribiré solamente los nombres de César, Adolfo y Silvia, los que desde el silencio prepararon la paella, el escaldon y los postres, aunque tenían sus ayudantes de cocina.

Especialmente Silvia me impactó porque no nos conocíamos y tenía una foto mía de hace muchos años, estando con su marido en paz descanse.

Montaron un pequeño escenario con los mejores aparatos de música como para un concierto de los Rolling Stones y gozamos de un concierto con más de veinte músicos al más alto nivel y digo más de veinte músicos, porque él noventa por ciento de los que estábamos eran músicos, pero vuelvo a escribir, que el verdadero protagonista fue Anselmo, aunque es obligatorio añadir que todos los allí presentes, por encima de todo, éramos verdaderos amigos y la palabra “Amigos” tiene un significado muy profundo.

Al final de la vida, si tenemos tiempo, debemos hacer un inventario de los mejores y peores momentos, para saber si valió la pena pasearse por la vida, aunque todos somos conscientes de que el factor suerte siempre estará cogido de la mano, porque cada uno sabe sus cosas.

Gracias al destino por regalar un día más de buen rollo y aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos.

Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Juan Santana.