Noticias Tenerife Ten-Bel: De la Joya de la corona turística a la tumba

Ten-Bel: De la Joya de la corona turística a la tumba

Para la doctora en historia Carmen Rosa Pérez Barrios “tienen que ser los colectivos vecinales quienes deben movilizarse para exigir soluciones".

Ten-Bel, el lugar que fue ideal para unas vacaciones turisticas en el sur de Tenerife, fue construido en 1963 por el millonario empresario belga Michael Albert Huygens, quien cultivó la economía de Las Galletas y del municipio de Arona, dando una gran proporción de empleo para muchas muchísimas familias del núcleo.

El importante papel que representó Huygens fue tal que consiguió en su momento que una de las calles de la plataforma costera de Las Galletas se nombrara Calle Bélgica. Un lugar al que sin duda acudían los turistas belgas, alemanes, franceses, escandinavos e ingleses, dándole un nuevo significado al ocio, mejorando la economía del sur de la isla tinerfeña.

Tras la muerte del fundador de Ten-Bel en 2002, esta zona con gran potencial inició su declive que con los años llegó al caos, un hecho que sin duda ha reflejado la tristeza y el descontento no solo de quienes residen en las urbanizaciones, sino en los mayores que al pasar, recuerdan aquellos momentos de buenas historias, alegrías y nostalgia que nos trajo aquella gran fuente de turistas de calidad.

Al fallecer Michael Albert Huygens, el complejo de Ten-Bel fue cedido por herencia a su hija, que de inmediato lo vendió, pasando a ser luego propiedad de varias empresas que poco más tarde también revendieron a particulares en medio del boom inmobiliario en España.

Muchas personas aprovecharon la oportunidad de adquirir las propiedades dentro de Ten-Bel por precios muy llamativos, y con ello dejo de ser la joya de la corona turística del sur de Tenerife, convirtiéndose en una urbanización de residencias privadas.

Por consecuencia, los turistas dejaron de acudir a Ten-Bel y ante la falta de nuevas inversiones, las calles de propiedad privada de la urbanización se quedaron anticuadas, con serios problemas de servicios públicos por temas administrativos.

Más allá de la popular historia que los ciudadanos de Arona conocen de primera mano, la urbanización de Ten-Bel ha pasado ser un punto clave para los carteristas que, aprovechando la falta de seguridad privada operan por la zona perjudicando a los pocos locales comerciales que quedan.

Lo que empeora la situación en dicha localidad es que el Ayuntamiento de Arona, bajo el marco legal no puede llevar acciones en Ten-Bel al ser una zona privada, por lo que no tiene jurisdicción para resolver los problemas internos que se generan.

Ante todo el descontento e incertidumbre de lo que ocurren en la zona de Ten-Bel, la doctora en historia Carmen Rosa Pérez Barrios visitó recientemente las inmediaciones, y en una entrevista con nuestro colaborador Juan Santana, calificó de lamentable la situación a la que se enfrenta la comunidad de Ten-Bel y resalta que en principio piensa que “tienen que ser los colectivos vecinales quienes deben movilizarse para exigir soluciones, sobre todo para recuperar un espacio que fue vital en el desarrollo turístico del sur de Tenerife”.

Sin embargo hasta el momento lo que se conoce es que la situación entre Ten Bel Turismo SL y los vecinos de la comunidad es muy áspera, y pocos de los propietarios han logrado organizarse de alguna manera para mejorar unos pequeños espacios de la zona.

Barrios apunta que en la recuperación de Ten-Bel se debería aprovechar y respetar el medio ambiente, dándole muchísima importancia a la vegetación autóctona como las tabaibas, cardones y los balos, “un elemento que tendría que conjugarse con lo que sería el crecimiento urbanístico del proyecto urbanístico que se concibió”.

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