El detenido, natural de Mauritania, compartía vídeos propagandísticos por WhatsApp y Telegram realizados por productoras afines al DAESH.
Las imágenes mostraban ejecuciones de extrema violencia, técnicas para la ejecución de ataques y asesinatos, así como manuales detallados para la fabricación de artefactos explosivos.
En una operación desarrollada por agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil, bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción nº 3 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que ha contado también con el apoyo de EUROPOL, se ha detenido a un hombre de 26 años, natural de Nouadhihou (Mauritania) que responde a las iniciales Y.T.O., como presunto autor de los delitos de enaltecimiento y adoctrinamiento terroristas.
A través del consumo masivo de la propaganda producida por diversos grupos terroristas, especialmente el DAESH, el detenido habría interiorizado los postulados más violentos de estos grupos, justificando y alabando sus ataques contra los “no creyentes”, de las que responsabiliza a occidente y llamando a los musulmanes a la lucha armada.
Más allá del interés mostrado por la propaganda y las actividades de los grupos terroristas, el detenido buscaba activamente contenidos con alto nivel de detalle operativo, entre los que destacan manuales muy detallados para la fabricación de explosivos caseros, como el TATP –explosivo conocido como la madre de Satán-, o técnicas para la ejecución de ataques y asesinatos.
Se está practicando un registro domiciliario para localizar los dispositivos empleados por el detenido para conectarse a internet, así como otras evidencias que permitan establecer claramente sus actividades y la red de contactos a través de la que compartía el material de propagandístico de contenido terrorista.
Asimismo está prevista la toma de declaración, en calidad de testigos, a varias personas del entorno inmediato del detenido. Se esperan obtener detalles que permitan avanzar a los investigadores en el descubrimiento del entramado de cuentas y contactos con los que eludía el control de sus actividades radicales.
Desde la elevación al nivel 4 de alerta antiterrorista, la Guardia Civil ha potenciado todas las investigaciones relacionadas con este tipo de estructuras de propaganda, radicalización y captación, especialmente en el ámbito de las nuevas tecnologías y con especial importancia en aquellas conexiones entre individuos residentes en España y otras personas residentes en países de nuestro entorno, reforzando la cooperación policial internacional.