El presidente del Grupo Socialista en el Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, y el alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, han reclamado hoy al Gobierno de Canarias que marque la variante de La Laguna (entre Guamasa y Lora y Tamayo) como prioridad de las inversiones en la Isla, como única forma de acabar, o al menos mejorar, la situación de las colas en el Norte y, especialmente, en el área metropolitana de Tenerife.
Así lo han expresado ambos un día antes de que, este viernes, el Cabildo celebre un pleno extraordinario en materia de carreteras y movilidad a petición del Grupo Socialista en la corporación insular, cuando ha pasado más de un año de los 90 días prometidos por la presidenta del Cabildo para solucionar los graves atascos de tráfico.
En la anterior legislatura, el Gobierno presidido entonces por Ángel Víctor Torres, con Sebastián Franquis como consejero, estableció la variante como prioritaria entre las inversiones para Tenerife. La obra, además, cuenta con la necesaria declaración de impacto ambiental. No obstante, -según el PSOE- el actual Gobierno considera que “no es una prioridad” por la estimación de su coste -unos 300 millones de euros-, si bien la situación de las colas en la Isla es insostenible para la ciudadanía.
Pedro Martín ha apelado a la responsabilidad del Gobierno de Canarias hacia la Isla debido a las importantes colas y los graves problemas de movilidad que se dan en el área metropolitana, en los accesos a Santa Cruz y La Laguna, en la zona Norte y en el Sur, “sin que en Tenerife, este año, se haya puesto en marcha ni una sola obra nueva”.
Martín ha recordado que se están poniendo también en peligro obras en la autopista del Sur, TF-1, entre Granadilla de Abona y Adeje. En concreto, el proyecto de tercer carril desde Güímar a San Isidro, de San Isidro a Oroteanda y desde Las Chafiras a Playa de las Américas, así como el falso túnel hasta Fañabé, en Adeje.
Por otro lado, aludió al abandono que sufren otros trabajos, como el tramo del anillo insular entre San Juan de la Rambla e Icod de los Vinos o la conexión Norte-Sur entre El Tanque y Santiago del Teide, después de que el consejero de Obras Públicas haya asegurado que no se terminará en marzo del año que viene, sino que pone como horizonte temporal el final de la actual legislatura.
“Fracaso en materia de movilidad”
Martín ha explicado que, si bien la realización de obras es importante, hay proyectos de movilidad que tendrían impacto en las colas, que fueron una promesa de la presidenta insular que no se han puesto en marcha y fondos europeos que se han perdido.
El presidente del Grupo Socialista ha repasado las promesas realizadas por Rosa Dávila en materia de movilidad: escalonar la entrada y la salida de los grandes centros de trabajo, las grúas para atender en 15 minutos los accidentes, descentralizar los servicios públicos o incrementar el transporte escolar, para concluir que ninguna de ellas ha sido implementada y que, en el caso de las guaguas lanzadera, se han llenado de un público para el que no estaban pensadas, turistas, y que, además, en el mejor de los casos cubre un 5% del total de la demanda de los estudiantes, lo que ha generado serios problemas para acceder a ellas.
El secretario general de los socialistas tinerfeños ha recordado que las iniciativas “piloto” activadas han sido claramente un fracaso, como el cierre del acceso a la TF-5 por Guamasa, donde no se han realizado las obras que prometió tener listas en septiembre de 2024.
Pedro Martín ha recordado que, frente al Cabildo, que pierde recursos para impulsar el transporte público, en su mandato se adjudicó el contrato para la compra de 249 nuevas guaguas y se inició la contratación de más de un centenar de nuevos conductores.
El presidente del Grupo Socialista ha insistido en que la única obra de carreteras en la que se ve algún avance siendo presidenta Rosa Dávila es la pasarela peatonal de Padre Anchieta, un proyecto que se inició en la etapa de Carlos Alonso y que se adjudicó e inició siendo él presidente del Cabildo. Obra, por cierto, que debería estar ya finalizada y operativa, sin embargo, lleva un año de retraso.