Noticias Tenerife Jesús Millán Muñoz | Morir aprendiendo

Jesús Millán Muñoz | Morir aprendiendo

Podemos relacionar dos realidades morir y aprender, podemos utilizar esta frase como una especie de eslogan, que es incentivar el autoaprendizaje, siempre se puede aprender y aprehender algo.

Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925-2000, Madrid) redactó un artículo con el mismo nombre Morir aprendiendo, en el Diario 16 del 18 abril de 1977. Interrelacionar el concepto-realidad-experiencia-vivencia del morir-muerte y de la automuerte o morirse uno mismo, con el aprendizaje-aprender-aprehender-reaprender puede ofrecer multitud de caminos.

No es lo mismo, estar en la primera etapa del existir propio, individual, humano, o estar en la tercera etapa de la existencia. Si dividimos la vida humana, simple  sencillamente en tres etapas: la primera, hasta unos veinte años, toda la etapa de formación que se puede alargar unos años más.

La segunda la edad adulta que puede permanecer con un sujeto hasta la edad de la jubilación, con todos los ingredientes que dentro de ello se inserta.

La tercera, la edad de la pendiente, que aunque físicamente esa persona esté en estado de salud suficiente, aunque de una manera o de otra, siga realizando oficios mercantiles o laborales, ya oficialmente está en dicha realidad existencial..

Lo anterior, es para indicar, que cada persona, consciente o semiconsciente, sabe en qué tiempo del existir-vivir están sus ojos-miradas-mares. Y por consecuencia, todo lo que realiza y construye y edifica está teñido de esas realidades-parámetros-vivencias, diríamos, que podríamos denominar la etapa del aprendizaje a la primera, la segunda del desarrollo, y, la tercera de la espera.

Espera en un doble sentido o perspectiva o dimensiones, si crees que tu vida personal termina en este mundo, no hay Nada Después, o si para ti, como persona individual, existe una Vida Posterior, aceptas el principio de inmortalidad individual, sea en las formas orientales o en las occidentales monoteístas…

En la vida actual, y, con actual, no hablamos de este año o década, sino de todo el siglo pasado y el presente, hasta ahora.

El concepto de producción o de producto, no solo lo que se realiza o construye, sino lo que se cambia-modifica-evoluciona, es enormemente importante. Por lo cual, esos productos o producciones los hace o colabora un ser sujeto o humano. Un humano.

Estamos en una etapa de producción posible o potencial, al menos de unas cuatro décadas, cada individuo, en esta segunda fase de la vida, otra realidad es que esa persona individual encuentre un lugar y oficio y profesión que le permitan realizar esa labor, y, que por tanto, a cambio, le ofrezcan un intercambio económico en forma de unidad monetaria.

Todo lleve-dirige, existiendo miles de millones de seres humanos, cada uno con su conciencia y su cerebro, y, existiendo multitud de profesiones y vocaciones y oficios, y, existiendo un enorme afán de novedad-creatividad-ingenio-cambios.

Todo produce que nada se fija para siempre, o casi nada. Todo está en un constante cambio y revolución moderada o radical, total o integral, parcial o semiparcial. Pequeños cambios, que se acumulan produciendo nuevos cambios.

El mundo es como un enorme iceberg que se está moviendo constantemente, aunque no sepamos hacia dónde vamos totalmente. Puede ser que usted note como se modifican los vehículos, los medios de comunicación, los móviles, Internet, etc. Pero la realidad es que nada permanece, o, al menos, casi nada. Todo fluye del viejo maestro Heráclito.

Lo que resulta por un lado, un motivo de alegría y sonrisa y esperanza, y, por otro, todo se modifica-varía-evoluciona constantemente, lo que crea una cierta incertidumbre, vulnerabilidad, angustia al ser humano.

A unos, porque los cambios no solo son tecnológicos, sino conductuales, morales, ambientales, espaciales, instrumentales a y en todos los sentidos. Y, yo me alegro mucho del cambio-recambio de la realidad en las cuestiones instrumentales de casi todos los terrenos, pero no deseo, tanto cambio en las prácticas sociales o humanas o ambientales o afectivas o…

Todo esto nos lleva, al concepto, siempre estamos aprendiendo y desaprendiendo, las realidades se construyen de otro modo, pero no solo en la forma exterior, sino en la interior.

Hoy, abres un dispositivo de comunicación lejano o teléfono, y, parece ser que te informa de documentación y de mercancías y de servicios, que hace unas horas, tú, buscaste, un viaje a Cancún pasando por la estación espacial de veraneo de la Luna.

En las distintas dimensiones, en la unidad substancial que es cada ser humano es, relacionado esencialmente, con los horizontes Sociales, Culturales y de la Naturaleza, cada persona se ve obligado a un constante deseo y desarrollo de aprendizaje/s. Diríamos que estamos situados en un aprendizaje eterno. Somos un eterno aprendizaje, al menos en esta tierra…

http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm  © jmm caminero

Jesús Millán Muñoz.

- Publicidad -spot_img

Articulos anteriores