Para hacernos una idea, sin fechas muy fijas, hacia los cincuenta/sesenta se empezó las Escuelas de Periodismo, eran entes oficiales o privados que intentan enseñar las herramientas del oficio o de los oficios del periodismo –radio, televisión, periódicos, etc.-, después, se instalaron las Facultades de Periodismo y de Comunicación, que es la etapa en la que estamos –donde se imparten todas las modalidades de medios de comunicación-, hasta dónde sé, en España existen una docena de ellas, más o menos –no voy a mirar ahora este dato-.
Pero mezcladas con estas realidades, existían periodistas profesionales, en todos los medios, hasta hace un poco de tiempo, incluso ahora, que no han estudiado periodismo o ciencias de la comunicación, que han estudiado otras carreras, creo que es famoso el dicho del señor Gabilondo, que en su redacción de Sevilla, de su programa archifamoso de radio de las mañanas, de las seis o siete personas que trabajaban con él, y, formaban el equipo, solo una era licenciada o graduada en Periodismo o Ciencias de la Comunicación…
Con lo cual, incluso ahora, existen un tanto por ciento, no sé cuánto y cual, en todos los medios, de personas que han venido del pasado, sin titulación de periodismo o semejante, pero si con otras carreras, o, incluso ya se están jubilando personas que sin carreras, se instalaron en esos oficios hace cuatro o cinco décadas, y, ahí han estado batiendo el cobre…
Entre el columnismo de opinión, debemos admitir, que es tradicional en nuestra sociedad y país, que han existido muchas personas del ramo de la literatura. Se considera, que el columnismo de opinión es otro género literario, o es un hibrido entre el periodismo y la literatura, y, por eso, ahí se han insertado multitud de escritores, y, también de otras profesiones. Pero estamos hablando de columnistas con una carrera en estos medios, de una suficiente regularidad. De ahí, si mi memoria no me falla, Campmany, creo era licenciado en Derecho, indicaba de Umbral, lo llamaba el autodidacto o autodidacta.
En el columnismo es tradicional que grandes figuras han existido, hasta la mitad del siglo veinte, e, incluso después, que no eran periodistas de carrera, porque no existían esas titulaciones, hasta que se crearon las Escuelas de Periodismo, que hemos indicado, y, que algunos disponían de otras licenciaturas, o a medias, pero muchos nada, hemos recordado a Umbral, Ruano, Camba, Alcántara, por citar cuatro de los más famosos, que son cuatro figuras de los veinte mayores columnistas de estos tres siglos en nuestro terruño ibérico…
Ahora, hasta donde sé y conozco, estamos en una situación triple o múltiple, que podríamos dividir en varios grupos: los que son licenciados por las facultades de comunicación o periodismo, los que son graduados por otras carreras y profesiones y que han terminado en el periodismo –sea de radio, televisión, periodismo digital, etc.-, y, los que se acercan, generalmente, al columnismo o al periodismo de opinión –aunque existen personas que hacen otras funciones, especialmente en la prensa digital provincial, de entrevistadores, realizan crónicas o informan de noticias, que no disponen de esos títulos, pero que llevan muchos años, lustros en esas aficiones o profesiones…-.
De todos ellos, especialmente, en el gran florecimiento, como un volcán hubiese estallado, al nacer y surgir cientos de periódicos digitales en toda la geografía nacional, pues estos se están nutriendo de muchas personas, que son aficionados y tienen vocación a la escritura, y, se han insertado, de una manera o de otra, en todos esos periódicos, especialmente, en el articulismo de opinión. Estamos hablando de personas que de forma regular redactan artículos o columnas de opinión, -otras, hacen lo mismo en otras secciones de esos periódicos-.
Se puede decir, que son profesionales, porque cientos publican un artículo semanal o uno quincenal, en un medio o en varios, de forma rutinaria y reiterativa. Es decir, hacen lo mismo que los columnistas profesionales de los grandes medios, que por lo general, se dividen en tres grupos: aquellos que publican cuatro o cinco a la semana, son las columnas diarias, por definirlos de alguna manera. Y, aquellos que publican dos o tres a la semana, y, después estaría el grupo de los que publican una semanal o quincenal…
La cuestión es que ante esta situación. En un panorama cultural existente, digamos el columnismo de opinión en nuestra sociedad y país. Nadie sabe, cuántos columnistas de opinión existen, que al menos, tengan una cantidad mínima de artículos al mes, y, que al menos, lleven un mínimo tiempo de realizar esta actividad –tengan remuneración económica o no-.
En segundo lugar, me pregunto si las Asociaciones de Prensa/Periodistas Provinciales, podrían abrir, una etiqueta, un capítulo, un directorio, de que todas esas personas, que hacen este trabajo en el periodismo, especialmente, en el articulismo, que por lo general, no cobran ningún dividendo económico, pero que llevan realizando esta escultura en letras de papel o digitales, si merecerían, que se les considerase al “menos como articulistas profesionales aficionados”. Y, que de alguna manera, estuviesen, y se les pusiesen sus voces, al lado de los “profesionales licenciados con dividendos económicos…”.
¿Dirán, porqué hacer esto…? ¡Por justicia y por equidad…, ciertamente a quién quiera estar en esa lista o en ese directorio, el que no lo desee, que no esté, y siga publicando sus artículos…!
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