El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, acompañado por la concejala de Seguridad y Emergencias del consistorio capitalino, Gladis de León, han presentado esta mañana las seis nuevas motocicletas que incorpora la Policía local a su servicio en el municipio.

En la adquisición de estos modernos vehículos, especialmente adaptados para funciones policiales, se ha invertido la cantidad de 59.655,60 euros, constituyendo una apuesta por la mejora de las prestaciones de los policías locales destinados a las labores relativas al tráfico y la seguridad vial.

En un acto celebrado en la sede principal del Ayuntamiento, el alcalde puso de manifiesto las “extraordinarias condiciones de estos nuevos vehículos, que además son un modelo avanzado de las actuales motocicletas de la sección de Tráfico de la Policía Local, a los que sumamos más tecnología y mejoras en las condiciones de seguridad para nuestros agentes”, explicó Bermúdez.

El alcalde concluyó recordando que el consistorio santacrucero, “está inmerso en un proceso de actualización permanente de los medios técnicos de la Policía, máxime cuando también estamos incorporando más agentes a nuestra plantilla”.

La concejala de Seguridad y Emergencias destacó que “hemos querido poner el acento en contar con unas motocicletas de uso preferente para entornos urbanos y que sean las más adecuadas para la Policía Local, por eso se han introducido mejoras y adaptaciones técnicas consultadas a los agentes especializados de nuestra Policía”. Además, señaló que estos nuevos vehículos se incorporarán “de inmediato” al servicio policial en la capital tinerfeña.

Cabe señalar que las seis nuevas motocicletas F800GS de BMW, que sustituyen al modelo anterior utilizado por la Policía Local santacrucera, presentan mejoras significativas, como un aumento de la cilindrada y la potencia.

Otras de las mejoras incluyen avances tecnológicos, como un nuevo cuadro digital TFT y un sistema de arranque sin llave. Además, destacan detalles operativos como su peso reducido, de 227 kilogramos, y un consumo de combustible de 4,3 litros cada 100 kilómetros.

Como parte de las adaptaciones requeridas para el trabajo policial, cada motocicleta ha sido equipada con sistemas de caballete central, protectores de puños, defensas para proteger el motor, maletas laterales y un “top case”, lo que permite que los vehículos tengan una capacidad de carga de hasta 103 litros.

Además, cuentan con los equipos necesarios en cuanto a medios acústicos y luminosos, así como otros utensilios esenciales, como la linterna y el extintor.