Las fiestas patronales y la Romería de Cabo Blanco, celebradas del 3 al 8 de abril, han dejado una estela de alegría y tradición que aún resuena en las calles de este pueblo tinerfeño. Por primera vez, los eventos se extendieron a lo largo de seis días, llenos de color, música y fervor popular. Este evento se sacó adelante con la organización de la comisión de fiestas y su presidente Gastón Maximiliano Díaz y el apoyo de Alexis Gómez, concejal de Fiestas y Seguridad en el consistorio de Arona.
Así, el pasado miércoles 3 de abril, la feria popular de atracciones abrió sus puertas, dando la bienvenida a una multitud ansiosa por disfrutar de la diversión. La noche se vistió de gala con la elección de la Romera Mayor, un evento que contó con la participación de la A.F. Punta Rasca y fue presentado por Badayco Magdalena y Yurena Rodríguez, retransmitido en vivo para deleite de todos.
La feria continuó recibiendo a familias enteras, mientras que la gala de elección de la reina de la tercera edad puso en valor la belleza y sabiduría de la experiencia, con actuaciones que incluyeron al Centro ocupacional de Rosas del Guanche y el humor de Omayra Cazorla.
Los más pequeños tuvieron su momento de esplendor el viernes 5 en la gala de elección de la reina y mister infantil, con actuaciones que capturaron la inocencia y el talento emergente. La noche cerró con una sesión musical a cargo del Dj Cristian Herrero, que mantuvo a todos bailando hasta altas horas.
El 6 de abril, el día grande llegó con la Romería, un desfile que combinó la devoción religiosa con el júbilo popular, ofreciendo degustaciones de comida típica canaria y actuaciones folclóricas. La jornada culminó con un gran baile amenizado por orquestas que son el alma de la fiesta.
El último día de la semana trajo consigo castillos hinchables y personajes infantiles que hicieron las delicias de los más jóvenes. La solemnidad se hizo presente con la Santa Misa en honor a San José y una procesión que iluminó la noche con fuegos artificiales.
Para finalizar el lunes 8 en la que la feria popular cerró sus puertas, pero no sin antes ofrecer una ruta de tapas y vinos que permitió a los asistentes saborear la gastronomía local al ritmo del grupo Acorde.
A medida que el calendario avanza hacia el próximo año, la anticipación ya se siente en el aire: Cabo Blanco se prepara para volver a ser el anfitrión de una festividad que promete, impulsada por el fervor y la devoción de sus habitantes, una participación masiva y entusiasta, siendo un poderoso catalizador para fortalecer los lazos sociales de este pueblo aronero.