Comunicado Asociación Salvar La Tejita, 24 de abril 2021.
Como respuesta a la nota de prensa recientemente publicada por Viqueira (22 de abril de 2021), a través de la cual pretende blanquear diversas cuestiones relacionadas con el Hotel La Tejita, la Asociación Salvar La Tejita quiere hacer unas aclaraciones al respecto.
El promotor afirma que el proyecto cuenta con todas las licencias y autorizaciones necesarias. Esto no es cierto. Sólo un ejemplo: en 2016, el promotor estaba obligado, en el plazo de un mes, a presentar una licencia municipal de aguas residuales a la antigua Consejería de Política Territorial para validar la autorización. La actual Consejería de Transición Ecológica, que parece tener una interpretación más razonable de la Ley de Transparencia que la del Ayuntamiento de Granadilla de Abona, ha confirmado que esa licencia nunca se presentó, ni dentro ni fuera del plazo permitido. Entonces, si el promotor tiene todas las licencias requeridas, ¿dónde está esta licencia? Hay muchos más ejemplos que actualmente se están investigando dentro del proceso judicial en curso.
La adquisición de una licencia o permiso no significa per se que ese permiso adquiera automáticamente un carácter legalmente válido. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Granadilla, socio incondicional de Viqueira, ha aprobado un proyecto que no cumple diversas normas obligatorias en materia urbanística. Existen precedentes en casos similares, donde este “detalle” ha llevado a la anulación de los permisos concedidos, y a la consecuente demolición de la edificación construida.
La revisión de deslinde aún no ha concluido. La Asociación Salvar La Tejita ha presentado un recurso contra la propuesta de deslinde de 20 metros anunciada en Orden Ministerial en febrero de este año: 23 páginas de hechos, datos e informes técnicos. Este recurso fue presentado dentro de plazo, y ha sido registrado. Hasta que este recurso sea definitivamente resuelto, no sabremos si la servidumbre recaerá en 20 o 100 metros. En cualquiera de los dos casos, las dimensiones de la parcela de uso urbano hotelero se verán reducidas. La orden de paralización cautelar de obras firmada el pasado verano por la ministra Teresa Ribera, dejaba claro que a la futura servidumbre de protección, “una vez resuelto el expediente, habrían de imponerse las limitaciones de usos legalmente vigentes.” Y esas limitaciones de usos no son otras que la prohibición de “las edificaciones destinadas a residencia o habitación, incluyendo las hoteleras, cualquiera que sea su régimen de explotación” (Reglamento General de Costas/2014). Por todo ello, una vez el nuevo deslinde sea firme a todos los efectos, se deberá presentar un proyecto que se adapte a la actual realidad urbanística, que a su vez tendrá que recibir los permisos receptivos de la Consejería competente de la gestión de la servidumbre de protección.
En cuanto a la mentira descarada que el hotel no se asentará encima de las dunas, en el propio proyecto del hotel se afirma lo siguiente:
“Desbroce del terreno y movimientos de tierras en la zona de servidumbre de protección del dominio público marítimo terrestre para conjugar el nivel topográfico del paseo marítimo existente y las edificaciones proyectadas próximas a la zona de servidumbre de protección marítimo-terrestre.”
Lo que queda del pasillo dunar será arrasado, decimos lo que queda porque una parte ya ha sido destruido por las obras. Esa valla de obra, por cierto, incumple el reglamento de costas e impide la circulación de personas en la servidumbre de tránsito, al mismo tiempo que bloquea la circulación de la arena.
En cuanto a la afirmación de que el “diseño del hotel” se integra plenamente en el entorno, podemos confirmar que el proyecto no cuenta con ningún estudio de impacto ambiental. Y proyecta una sombra tanto sobre las zonas protegidas como sobre la playa.
Por último, el promotor afirma que el hotel no necesita un sistema de tratamiento de aguas residuales porque se conectará al “sistema existente” en la zona. El sistema existente (1) no tiene capacidad para acoger el vertido de un gran hotel, y (2) no cumple las leyes exigidas. El proyecto no incluye el estudio obligatorio de vertido de aguas residuales, así que ¿cómo puede el promotor afirmar que es totalmente legal sin conocer siquiera la capacidad? Si un promotor contrata a un arquitecto, este arquitecto tiene la responsabilidad de conocer las leyes y reglamentos. Si este arquitecto omite partes cruciales de un proyecto, la responsabilidad es del promotor.
Si Viqueira realmente se preocupara y respetara La Tejita, nunca permitiría la instalación de un hotel para más de 800 huéspedes con un tratamiento de aguas residuales inadecuado o inexistente. No instalaría una valla sólida para intentar detener el flujo natural de arena entre las playas y las dunas. Esto es lo contrario al respeto; es pura destrucción para obtener un beneficio económico.
Obviamente, cuando el promotor se comprometió con este proyecto, esperaba una oposición “tradicional” de protestas y pancartas; “hippies, perroflautas y comunistas”, como Viqueira ha denominado a los ecologistas. Lo que no esperaba era a SLT. Esta asociación tiene un núcleo que incluye ingenieros, arquitectos, abogados, técnicos ambientales, empresarios y profesionales. Tiene muchos miles de simpatizantes. Somos una asociación organizada, preparada y decidida. Somos capaces de contactar con cualquier político o funcionario de cualquier nivel; incluyendo el gobierno central y entidades de la UE. No podemos ser comprados, amenazados o intimidados.
Por ello, no tenemos motivos para amenazar a nadie. Trabajamos estrictamente dentro del marco legal. Y para garantizar la aplicación de este marco legal, nos aseguraremos de que cualquier promotor, arquitecto, político o funcionario, que con sus acciones (o la falta de ellas) sea capaz de provocar daños a esta costa, sea responsable ante los tribunales.