Es una realidad que el paro se ha disparado en el conjunto de España como consecuencia de la pandemia por coronavirus y que ese aumento afecta a municipios gobernados por las más diversas opciones políticas.

Ante la acusación de CC-PNC denunciando la situación del paro en Arona, con un crecimiento de un 61% en el último año, desde el consistorio aclaran que en el caso de los municipios turísticos, el desempleo ha aumentado una media del 60%, siendo Arona uno de los lugares donde menos crece el paro, y teniendo en cuenta que en otros, como en Adeje, ha ascendido en un 80%.

Es imposible querer relacionar los efectos sociales y económicos del virus con la realidad política de Arona. De hecho, sería una buena práctica política no hacer uso partidista de la realidad diaria de miles de personas en esa situación.

En Arona se ha desplegado un escudo de protección social y de ayudas económicas a los autónomos y al tejido empresarial que es reconocido de manera generalizada y cuyo coste supera los ocho millones de euros, sumando las ayudas sociales, las exenciones y rebajas de tasas como la basura o la ocupación de mesas y sillas, las ayudas directas a autónomos, micropymes o sector del taxi, así como otras iniciativas como el permiso para la ampliación de terrazas y su colocación a aquellos negocios de restauración que no contaban con ella.

A todo esto hay que sumar los planes sociales de empleo que han sacado a cientos de personas de las listas del paro en Arona y que en los primeros meses del año superarán las 250.

No obstante, se agradece cualquier crítica constructiva que aporte soluciones para la superación de la situación económica y social que afecta a toda España y especialmente a Canarias.