La mayoría son fotocopias a color pero también se han detectado al menos tres documentos que figuran como emitidos por el Ayuntamiento de Arona.
Los agentes de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife han retirado en las últimas semanas otras 14 tarjetas fotocopiadas para el estacionamiento en las plazas reservadas para Personas con Movilidad Reducida (PMR). Con esta nueva remesa en lo que va de año ya se alcanza el número de 65 tarjetas fraudulentas que ha interceptado este cuerpo policial.
Además, también se han comenzado a retirar algunas tarjetas, con la apariencia de ser emitidas por el Ayuntamiento de Arona, que están utilizándose para idénticos fines en las calles de la capital tinerfeña, aunque figuran adscritas a vehículos y no a personas.
La primera teniente de alcalde y concejal de Seguridad Ciudadana, Vial y Movilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Zaida González, además de felicitar a los integrantes del cuerpo policial santacrucero “por continuar firmes en esta batalla por defender los derechos de las personas con movilidad reducida” adelantó que ya se ha comunicado al ayuntamiento sureño la detección de estas nuevas tarjetas por si se tratara de alguna ilegalidad.
González aseguró que en el municipio capitalino “no vamos a dar tregua, seguiremos revisando las tarjetas en la vía pública y sancionando a quienes realicen este tipo de comportamientos insolidarios. Es increíble que todavía haya personas que no tengan el más mínimo respeto por los demás y fotocopien tarjetas para aparcar donde no les corresponde”, señaló.
Respecto a esta última remesa se repite la misma casuística que en anteriores ocasiones: del total, seis eran utilizadas por personas que no eran los titulares de la misma; otra parecía ser emitida por la administración autonómica catalana, aunque sin que figurara titular alguno; y el resto eran copias múltiples de varias personas titulares de las citadas tarjetas.
En el caso de las tarjetas que parecen emitidas por el Ayuntamiento de Arona, los agentes remarcan que lo curioso es que algunas personas que portaban estos documentos señalaban que las mismas habían sido facilitadas por su empresa para ser usada por cualquier trabajador.