En una reunión celebrada en Bruselas por el (COREPER) Comité de Representantes Permanentes. Los 27 Estados que conforman la Unión Europea han dado un avance en materia migratoria al desbloquear finalmente, y como era de esperar, el Pacto sobre Migración y Asilo.

Durante esta reunión, se llegó a un acuerdo crucial para la creación de un nuevo Reglamento de Crisis, que era el último elemento pendiente para completar el Pacto y que España había considerado una prioridad durante su presidencia en asuntos de Interior. Este acuerdo servirá como base para las futuras negociaciones entre la Presidencia del Consejo y el Parlamento Europeo.

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, destacó la importancia de este logro al afirmar: “Hoy hemos dado un gran paso adelante en un asunto fundamental para el futuro de la Unión Europea. Con el acuerdo que hemos alcanzado sobre el Reglamento de Crisis, estamos en posición de negociar el Pacto de Migración y Asilo en su totalidad con el Parlamento Europeo antes de que culmine el semestre de la presidencia en España”.

El nuevo texto del Reglamento de Crisis establece un marco legal que permitirá a los Estados miembros adaptarse a situaciones de crisis relacionadas con el asilo y la migración, especialmente en lo que respecta al registro de solicitudes de asilo y al procedimiento de asilo en las fronteras. Además, los países podrán solicitar la solidaridad y el apoyo de la Unión Europea y sus Estados miembros en estas circunstancias.

En caso de que un Estado miembro de la Unión Europea se enfrente a una crisis migratoria, tendrá la posibilidad de solicitar apoyo a otros Estados de la UE. Este apoyo puede manifestarse de diversas maneras:

♦Traslado de solicitantes de asilo o de protección internacional desde el Estado miembro en crisis a otros Estados de la UE.

♦Compensaciones de responsabilidad, que pueden implicar que el país que ofrece su apoyo se haga cargo del proceso de tramitación de solicitudes de protección internacional, con el objetivo de ayudar al Estado en crisis.

♦Apoyo financiero y otras medidas de solidaridad.

Es importante destacar que la implementación de estas medidas excepcionales y de solidaridad requiere la autorización del Consejo Europeo. Esta autorización se otorgará siguiendo los principios de necesidad y proporcionalidad, y en total respeto de los derechos fundamentales de los nacionales de terceros países y de las personas sin nacionalidad.

En el contexto más amplio, el Reglamento de Crisis forma parte del nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, que consta de varios textos diseñados para reformar la política de la Unión Europea en este ámbito. Además del Reglamento de Crisis, los 27 Estados miembros han alcanzado acuerdos sobre propuestas para el Reglamento de Gestión de Migración y el Reglamento del Procedimiento de Asilo. Estos pasos son parte de un esfuerzo conjunto para abordar y mejorar la gestión de la migración y el asilo en la Unión Europea.

¿Qué implica el Pacto sobre Migración y Asilo para Canarias?

Se trata de un conjunto de propuestas para reformar la política migratoria comunitaria. El acuerdo incluye un nuevo Reglamento de Crisis, que permitirá a los Estados miembros solicitar y ofrecer apoyo en caso de situaciones de emergencia. ¿Qué beneficios y desafíos supone este pacto para Canarias, una de las regiones más afectadas por la llegada de personas migrantes y solicitantes de asilo?

Un pacto equilibrado, solidario y humano

El Pacto sobre Migración y Asilo de la Unión Europea es el resultado de un largo proceso de negociación entre los 27 Estados miembros, que buscaban alcanzar un consenso sobre cómo gestionar los flujos migratorios hacia el territorio europeo. El pacto pretende ofrecer un equilibrio entre la protección de las fronteras, la soberanía, la solidaridad, la seguridad y la humanidad.

El pacto se compone de varios textos legislativos que abordan diferentes aspectos de la política migratoria, como el registro, el procedimiento, el retorno, la integración o la cooperación con los países de origen y tránsito. Uno de los elementos clave del pacto es el nuevo Reglamento de Crisis, que establece un marco legal para que los Estados miembros puedan adaptarse a situaciones de crisis relacionadas con el asilo y la migración.

El Reglamento de Crisis prevé que los Estados miembros puedan solicitar el apoyo de la Unión Europea y de otros Estados miembros en caso de que se enfrenten a una presión migratoria excepcional o a una emergencia humanitaria. Este apoyo puede manifestarse de diversas formas, como el traslado, la compensación o el financiamiento. El objetivo es compartir la responsabilidad y aliviar la carga de los países más expuestos a las llegadas irregulares.

Beneficios para Canarias

Canarias es una de las regiones más afectadas por la llegada de personas migrantes y solicitantes de asilo en los últimos años. Según datos del Ministerio del Interior, en 2023 entre Enero y mediados de agosto llegaron a las islas 9.864 personas por vía marítima, lo que supone una pequeña diferencia de -4,7% respecto al año anterior en el mismo periodo. Esta situación ha generado una crisis humanitaria y una falta de recursos e infraestructuras adecuadas para atender a las personas que arriban a las costas canarias.

En este contexto, el Pacto sobre Migración y Asilo podría suponer una oportunidad para Canarias, al facilitar el acceso a mecanismos de solidaridad y apoyo por parte de otros Estados miembros y de la Unión Europea.

El pacto podría mejorar los procedimientos de asilo y retorno, respetando los derechos fundamentales y evitando la incertidumbre o el hacinamiento de las personas migrantes. Además, el pacto podría impulsar el desarrollo de vías legales de migración y la integración en los países de acogida.

Desafíos pendientes

Sin embargo, el Pacto sobre Migración y Asilo también plantea algunos desafíos para Canarias, que podrían limitar su efectividad o generar consecuencias negativas para las personas migrantes y solicitantes de asilo. Algunos de estos desafíos son:

♦ La presión adicional que podría suponer para Canarias el hecho de ser considerada una región en crisis migratoria permanente, lo que podría implicar una mayor vigilancia fronteriza y una menor posibilidad de traslado o reubicación a otros países europeos.

♦ Podría generar un efecto llamada o un aumento del riesgo en las rutas migratorias.

♦ La desconfianza entre los Estados miembros y los países de origen y tránsito, al priorizar el control fronterizo y el retorno sobre la cooperación y el desarrollo, lo que podría dificultar la prevención de las causas de la migración o la protección real de las personas en situación de vulnerabilidad.

♦ La vulneración de los derechos humanos de las personas migrantes, especialmente las más sensibles, como los menores no acompañados o las víctimas de violencia o trata, al someterlas a procedimientos acelerados o a condiciones de detención o alojamiento inadecuadas.

El proceso de negociación

El Pacto sobre Migración y Asilo de la Unión Europea es un paso importante para reformar la política migratoria comunitaria, pero aún no es definitivo. El pacto debe ser aprobado por el Parlamento Europeo, tal y como afirmó Fernando Grande-Marlaska.

Por lo tanto, es un proyecto en construcción, que requiere del diálogo, el consenso y el compromiso de todos los actores implicados: las instituciones europeas, los Estados miembros, los países terceros, las organizaciones internacionales, las entidades locales y la sociedad civil.