El presidente de la Corporación, Carlos Alonso, destaca sus valores históricos, sociales, culturales y antropológicos y su vinculación con la ciudadanía de la Isla.
El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, otorgó el sábado 20, el título de Presidenta Honoraria y Perpetua a Nuestra Señora de Candelaria por su especial vinculación con la ciudadanía y sus valores históricos, sociales, culturales y antropológicos. El acto está enmarcado en la visita de la Virgen de Candelaria a Santa Cruz y La Laguna durante el mes de octubre organizada por el Obispado de Tenerife y se desarrolló en la Plaza de El Tranvía, ubicado en La Cuesta (La Laguna), donde fue recibida por miles de personas.
El acto se inició con la lectura del acuerdo plenario del Cabildo de Tenerife por parte del secretario de la Corporación insular, Domingo Hernández, para continuar con la entrega del bastón del mando y la medalla por parte del presidente insular. Carlos Alonso indicó que nombrar a la Virgen de Candelaria Presidenta Honoraria y Perpetua del Cabildo de Tenerife “es vincularnos a los sentimientos que nos unen a todos los tinerfeños, puesto que los pueblos tienen su mayor tesoro en esos sentimientos que son el cemento que mejor funciona para mantener unidas a su tierra a las distintas generaciones de ciudadanos”.
“La devoción de la isla por la Virgen de Candelaria ha pasado de generación en generación y no hay nada ni nadie que represente mejor un sentimiento colectivo como la Virgen e incluso aquellos que no creen, experimentan una emoción extraordinaria al ver el fervor que despierta entre nuestra gente. Los tinerfeños tenemos el corazón en la cumbre del Teide y el alma en la arena de Candelaria con nuestra Virgen”, aseguró Alonso.
El texto del acuerdo señala que la Virgen de Candelaria es un símbolo de sincretismo religioso y cultural porque la aparición mariana supuso la síntesis de dos culturas y la fusión de dos creencias. Asimismo, destaca que el nombramiento atañe exclusivamente al fenómeno cultural sincrético e histórico que representa la figura de la advocación a la Virgen de Candelaria y es absolutamente respetuoso con todos los planteamientos religiosos de la ciudadanía de la Isla.
El acuerdo plenario también señala que Nuestra Señora de Candelaria ha sido un referente y nexo de unión para los canarios de la diáspora, al representar un referente religioso y cultural de suma importancia en todo lo relacionado con la emigración canaria a América. De igual forma, el respeto y el cariño son los sentimientos mayoritarios que el pueblo de Tenerife siente por esa Virgen que los guanches llamaban Chaxiraxi, la madre del sustentador del cielo y de la tierra. Finalmente, el acuerdo plenario resalta que la Virgen de Candelaria es una seña de identidad personalísima de los isleños que trasciende lo religioso y que la transforman en un patrimonio general que va más allá de las creencias.