La Policía Nacional detiene a siete pederastas en una operación a nivel nacional contra la pornografía infantil en Internet
En las Palmas de Gran Canaria fue detenida una persona de 70 años que coleccionaba material sexual autogenerado por niñas adolescentes.
Uno de los detenidos, residente en Zaragoza, trabajaba como monitor deportivo y participaba en numerosas actividades con menores, tanto en periodo escolar como en campamentos de verano.
Tras localizar una fotografía de un menor que estaba siendo víctima de abusos sexuales, los agentes lograron su identificación y ubicación en Barcelona gracias al exhaustivo análisis de los detalles de la imagen.
La Policía Nacional recuerda el riesgo que supone enviar actos de contenido sexual autogenerado ya que, desde ese momento, se pierde el control del material y puede acabar en manos de pedófilos que se encuentran al otro lado de la pantalla.
Agentes de la Policía Nacional han detenido a siete pederastas, e investigan a otras dos personas, por intercambiar, presuntamente, pornografía infantil a través de diferentes servidores de Internet. Las detenciones se han llevado a cabo en distintos puntos de España -Málaga (2), A Coruña, Barcelona, Las Palmas, Madrid, y Zaragoza- y, además, le logró identificar a un menor que sufría presuntos abusos sexuales por parte de su progenitor, gracias al exhaustivo análisis de una fotografía.
Las gestiones policiales se iniciaron tras una información recibida por parte de la Homeland Security Investigations, de Estados Unidos. Agentes de la Policía Nacional especializados en delincuencia tecnológica comenzaron entonces un proceso de investigación, que culminaron con el arresto de siete personas y la materialización de las correspondientes entradas y registros de los domicilios de los investigados. Han sido intervenidos una gran cantidad de material informático y donde hallaron una enorme suma de archivos de contenido pedófilo.
Uno de los detenidos, posiblemente el más relevante por la cantidad de material interceptada y por su profesión como monitor deportivo, era un varón de 55 años residente en Zaragoza, que participaba en numerosas actividades con menores, tanto en periodo escolar como en campamentos de verano. Se le ha encontrado una enorme cantidad de material oculto en carpetas ubicadas en contendores virtuales, todo ello relacionado con abusos sexuales a menores.
Un técnico, un jubilado y un repartidor, entre los detenidos
En la localidad barcelonesa de El Prat de Llobregat se ha detenido a un técnico de reparación de electrodomésticos, de 37 años, que tenía especial fijación por las imágenes de niños varones adolescentes y procedentes de países del este. En las Palmas de Gran Canaria, ha sido arrestado un jubilado de 70 años que coleccionaba exclusivamente material sexual autogenerado por niñas adolescentes.
Otros dos de los detenidos, además de descargar material sexual de menores de distintas fuentes de internet, editaban los archivos pedófilos para crear nuevos archivos que no se correspondían con menores reales. De esta manera, nutrían el mercado pedófilo intercambiándolo como material novedoso. Se trata de un repartidor de 23 años detenido en Málaga y de un comercial de telemarketing de 40 años residente en la localidad madrileña de Coslada.
Los agentes también localizaron una fotografía de un menor que estaba siendo objeto de abusos sexuales. Por el análisis de los detalles de la imagen, se llegó a la conclusión que se trataba de material original, es decir, de primera generación. Las gestiones policiales permitieron descubrir que la víctima se encontraba en Barcelona, iniciándose en ese momento la búsqueda del menor, la cual fue exitosa. El abusador resultó ser su propio progenitor, que había fallecido dos meses antes con antecedentes por robo y por tráfico de drogas.
Pedófilos al otro lado de la pantalla
La Policía Nacional recuerda el riesgo que supone para los más jóvenes realizar cualquier tipo de acto con contenido sexual frente a sus ordenadores o teléfonos móviles, ya que pierden el control del material que graban desde el momento en el que lo envían a personas que creen de su confianza y que, en no pocas ocasiones, resultan ser pedófilos que se hacen pasar por menores de edad.