El año pasado, la contribución económica en facturación hotelera y extrahotelera de los habitantes del Archipiélago alcanzó unos 226 millones de euros.

El 33% de los residentes disfrutaron de sus vacaciones en su propia isla, mientras que el 31% viajó a otros destinos insulares, según los datos del área de Investigación Turística de Promotur.

Más de dos millones de personas viajaron en avión entre las Islas en 2018, de las que un 95% eran residentes canarios. Al margen de los viajes que realizaron fuera de Archipiélago, un 33% de los habitantes de Canarias prefirieron pasar sus vacaciones en su isla de procedencia, mientras que un 31% viajó a otros destinos insulares.

El turismo interno durante 2018 supuso 4,4 millones de desplazamientos, contabilizando los vuelos de ida y vuelta de 2,2 millones de personas. “El tráfico de pasajeros interinsulares ha experimentado un crecimiento exponencial desde que entró en vigor el descuento de residentes para vuelos domésticos entre Islas y que se viene aplicando desde julio de 2017”, asegura el consejero de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Isaac Castellano. El crecimiento interanual de todo el tráfico interinsular fue del 22%, una cifra significativa a pesar de que durante el año anterior ya se había producido un crecimiento del 20%.

Por islas, las que registraron un mayor crecimiento fueron La Gomera, con un 28% más que el año anterior; Gran Canaria, con un 26%; y El Hierro, con un 24%. Por rutas, la que muestra una mayor diferencia con el año anterior es la de Gran Canaria-Tenerife, con un 31% más. Estas cifras recogen no sólo los viajes vacacionales, sino también el resto de movimientos de residentes que vuelan por diversos motivos como por ejemplo laborales, médicos o por estudios.

Aportación económica

Otro aspecto muy importante es la aportación que supone para la economía de las Islas el gasto del canario que viaja. Los canarios registraron el año pasado 1,5 millones de estancias en hoteles y apartamentos, lo que supuso unos 5,5 millones de pernoctaciones. En 2018, su contribución económica fue, tan sólo teniendo en cuenta la facturación hotelera y extrahotelera, de unos 226 millones de euros, sin contabilizar otros gastos asociados a la estancia como restaurantes, supermercados, actividades de ocio, compras o alquiler de vehículos.

Bajo el supuesto de que dicho segmento realiza un gasto diario en destino similar al de los peninsulares, la facturación por estos otros conceptos podría alcanzar los 260 millones de euros. Además, a esto habría que sumar los desplazamientos en barco o en avión, los alojamientos en segundas residencias, casas de amigos y familiares o viviendas vacacionales.

Las cifras que aporta el canario cuando viaja ayudan a aliviar el descenso de otros mercados que son más estacionales, contribuyendo a nivelar los meses de menor demanda de los turistas extranjeros y desestacionalizando el flujo de viajeros.

Residentes alojados en las Islas

Desde el área de Investigación Turística de Promotur también se han estudiado los datos sobre la ocupación tanto hotelera como extrahotelera, observando el comportamiento del canario tanto en su isla de procedencia como en el destino que escoge.

De estos datos se desprende que Gran Canaria es la que mayor proporción de residentes de la propia isla aloja, con un 72%, seguida de Tenerife, con un 62%. Cabe destacar el dato de que el 89% de los residentes canarios que se alojan en La Gomera proceden de Tenerife; también El Hierro aloja a muchos tinerfeños, llegando al 64%. En cambio, son pocos los gomeros que se alojan en El Hierro, y prácticamente nulos los gomeros que se han alojado en Lanzarote y Fuerteventura en 2018.

Por otro lado, las Islas netamente receptoras son Fuerteventura, La Gomera y Lanzarote, puesto que reciben más turistas de los que emiten. Por el contrario, Gran Canaria, Tenerife, La Palma y El Hierro son mayormente emisoras.

En lo que se refiere a la estacionalidad, el comportamiento del turismo interno es muy similar al del turismo peninsular. Los residentes canarios viajan durante todo el año, pero en verano la estancia media es muy superior al resto de estaciones. Esta marcada estacionalidad compensa la menor llegada de nórdicos y alemanes en el periodo estival.