Que no vuelva el volcán de La Palma
Tres días inolvidables estuve en La Palma sacando cenizas de una azotea cada cinco horas y la verdad que no fue tanta, dieciséis palanganas grandes cada vez que la limpiaba, pero solamente pensar en las familias que han perdido sus hogares entra una tristeza en el alma inexplicable. La azotea está en Tijarafe y es increíble como un volcán que está aproximadamente a cincuenta kilómetros deja tantas toneladas y antes de recogerla hacia un pequeño dibujo para el recuerdo.
¿Cuántas familias estuvieron trabajando miles de horas para terminar una casa y que después la naturaleza sin avisar los dejó sin nada?. Ahora volverán a empezar las personas que perdieron todo y que tengan esperanza, pero serán muy pocas porque la lava sepultó cientos de kilómetros y las partes de terrenos libres llevarán sus normas burocráticas si desean fabricar.
¿Cuántas personas recibirán ayudas económicas y psicológicas?. Éstas Navidades del 2.021 y la entrada al 2.022 para los palmeros que han perdido todo ha sido más una Semana Santa, pero por fin se apagó el volcán y dejó de escupir fuego y lava, además del sonido dragonico durante veinticuatro horas día tras día durante ochenta y pico días. Confieso que fui a verlo de cerca el volcán, porque un amigo fue hasta Tijarafe y en su coche me llevó.
No tenía esa ilusión brutal de verlo, porque sentía dolor y además escuche algunos palmeros llorando su pena y tampoco pude contener mis lágrimas, es lo que hay. Un volcán que demostró como somos la raza humana en el sentido de que cada uno se comerá su marrón cuando nos toca y estoy totalmente convencido de el veinticuatro de diciembre muchísimas familias que estaban felices ni se acordaron de los sufrimientos ajenos, pero la vida es así, no la inventamos nosotros y son infinitas tristezas las que nos rodean imposibles de masticar.
Deseo que reciban las ayudas lo más rápido posible las personas que han perdido todo y obviamente también deseo suerte a todos los que estén pasando mala racha por cualquier infinito motivo.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana