El sector de la construcción tiene asignada, en toda la Unión Europea, una novedosa nomenclatura que lo identifica con el tiempo en el que estamos, es decir, con la actualidad y el presente, a saber, se le denomina también con la palabra industria, con todo lo que ello significa de ponerlo en valor, porque los procesos constructivos que se desarrollan hoy en día, llevan un conjunto de operaciones materiales ejecutadas para la obtención, transformación o transporte, en instalaciones destinadas para ganar tiempo, utilidades, sostenibilidad, eficiencia energética, operaciones simplificadas, mayor seguridad y salud laboral. Es un cambio de paradigma digno del compromiso asumido plenamente de implementar las sinergias oportunas, entre la defensa del territorio, siempre irrenunciable y la construcción como medio de vida, porque no podemos olvidar nunca que desde que nacemos hasta que nos vamos, la construcción, nos protege, ayuda y facilita nuestro convivir ciudadano, dándonos la mejor calidad de vida posible y el bienestar social al que se quiere aspirar.
Creamos empleo y de calidad, cada vez más preparado y capacitado profesionalmente, el ejemplo empírico es el ímprobo trabajo desarrollado en todo el territorio nacional por la Fundación Laboral de la Construcción, que desde 1992 facilita a empresas y trabajadores/as los recursos que hacen posible un sector más profesional, seguro, capacitado y con futuro. Que hoy trabaja más unido y conectado entre sí que nunca, con la sociedad y con el resto de los sectores, para afrontar el reto de los nuevos tiempos. Éste es el fin por el que se unieron la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), CCOO del Hábitat y la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (UGT FICA), formando esta entidad paritaria sin ánimo de lucro. Como resultado de años de dedicación y esfuerzo y gracias al apoyo de muchos profesionales, la Fundación es ya una entidad de referencia en el sector y un aliado clave para trabajar por y para el futuro de empresas y profesionales. Con más experiencia y conocimiento a nuestro alcance, trabajamos para lograr que la prevención de riesgos laborales, la formación, el empleo, la innovación, la sostenibilidad y las nuevas tecnologías nos ayuden a seguir construyendo ese sector de progreso que todos creemos posible. Las decenas de miles de trabajadores/as de la construcción que cada año pasan por las aulas de la Fundación Laboral son la mejor prueba de nuestro esfuerzo, que demostramos cada día.
Como sector económico básico y estructural en cualquier sistema productivo, somos los que más empresas creamos en la actualidad e intentamos dotar de estabilidad a la contratación pública, para no comprometer las infraestructuras públicas que se tienen previsto ejecutar. Por otro lado, hay que resolver los problemas de falta de mano de obra con un impulso sin descanso de la preparación adecuada de todos los agentes intervinientes en el proceso constructivo, incorporando a mujeres, jóvenes y emigrantes, porque es vital cubrir la tasa de reposición generacional, ya que estamos con plantillas envejecidas, sin perspectivas halagüeñas de contar con la regeneración humana necesaria para mantener el ritmo adecuado en las obras, de acuerdo a las necesidades o demandas existentes, tanto en vivienda, como en infraestructuras o equipamientos comunitarios.
La transformación digital del sector y la plena incorporación de las tecnologías como la BIM o la Inteligencia Artificial, están cambiando rápidamente nuestra actividad. Existiendo soluciones basadas en dichas disciplinas para mejorar la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad en las obras. Somos capaces de demostrar el valor y potencial que tiene el sector de la construcción para generar un efecto tractor del que puede beneficiarse el conjunto de la economía. Óscar Izquierdo