La dieta de una gran parte de la población española contiene pescados y mariscos. Eso ya es bien sabido. Pero desde hace algunos años se encendieron ciertas alertas relacionadas con los pescados con mercurio en nuestro mar mediterráneo.
¿Acaso el mercurio se ha convertido en una amenaza silenciosa en nuestros alimentos? Al hablar de él es normal que nos asalte la preocupación, y más si imaginamos que puede entrar a nuestro organismo de una forma tan fácil como a través de la comida.
Y es que desde 1968, con el vertido de mercurio en la bahía de Minamata (Japón) producto de la industria química, empezó el debate sobre su toxicidad y cómo ésta podría afectar la cadena alimentaria.
Con todo esto, ¿debemos preocuparnos? ¿acaso será necesario cambiar nuestros hábitos alimenticios? Acompáñame a averiguarlo.
¿Qué Daños Causa el Mercurio a Nuestro Cuerpo?
El metilmercurio es la forma orgánica de mercurio más común en nuestra cadena alimentaria (y precisamente el que se acumula en el pescado). También es el que encendió alertas sanitarias, pero ¿por qué?
Para empezar, el metilmercurio es lipofílico, por lo que se absorbe rápidamente en el cuerpo y logra atravesar con facilidad la placenta y la barrera hematoencefálica (un complejo sistema protector que evita la entrada de sustancias dañinas al encéfalo).
Además, se considera especialmente nocivo para el sistema nervioso en desarrollo, por lo que embarazadas, lactantes y niños pequeños son los más vulnerables.
De hecho, puede tener serias consecuencias en el desarrollo neuronal de los pequeños si las madres, durante el embarazo, estuvieron expuestas a niveles altos de metilmercurio.
Los 8 Pescados que Contienen Mercurio en Altas Concentraciones
Según la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), estas son las 4 especies con mayor contenido de mercurio:
- Pez Espada/Emperador
- Atún Rojo (Thunnus thynnus)
- Tiburón (incluyendo a especies como el cazón, la mielga, la pintarroja, el marrajo y la tintorera)
- Lucio
¿Qué tienen en común estos cuatro? Pues son depredadores que consumen grandes cantidades de peces al día (además de ser bastante longevos), por lo que acaban acumulando en su organismo todo el mercurio de sus presas.
¿Es Necesario Eliminarlos de tu Dieta?
No, en el caso de los adultos tendríamos que consumir demasiado mercurio y por mucho tiempo para que realmente sea perjudicial para nuestra salud (de igual forma, más abajo te contamos cuál es el consumo máximo recomendado).
No obstante, hay sectores de la población que sí deben evitar el consumo de los pescados con mercurio mencionados antes: Mujeres embarazadas (o que planifican estarlo), madres lactantes y niños de 0 a 10 años.
Esto aplica especialmente para especies como el atún rojo, el pez espada y el tiburón.
Si hablamos de niños de 10 a 14 años, pueden ingerir dichos pescados pero con un estricto límite de 120 gramos al mes.
¿Y qué Dicen las Autoridades Europeas de la Seguridad Alimentaria?
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria establece una Ingesta Semanal Tolerable (IST) de 1,3 µg/kg de peso corporal de metilmercurio (que, recordemos, es la forma orgánica más común y la más preocupante).
Para el mercurio inorgánico se establece una IST de 4 µg/kg, aunque éste según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria “…no supone ningún problema para el consumidor, ya que la exposición no excede la Ingesta Semanal Tolerable…con el metilmercurio no sucede lo mismo.”
Así que, a lo que nos interesa ¿Qué significan todas estas proporciones? Te lo explico con un ejemplo: Si pesas 85 kg, entonces tu límite de consumo sería de 110,5 µg por semana.
Por lo tanto, como la clave está en mantener un equilibrio, puedes consumir con seguridad (y aprovechando todos los nutrientes del pescado), unas 3 a 4 porciones a la semana.
Aún así, se recomienda variar incluyendo especies con bajo contenido de este elemento para hacer un consumo habitual más seguro. Justo abajo te decimos cuáles son esos pescados bajos en mercurio.
¿Hay Pescados con Menos Mercurio?
Sí, así que si lo que quieres es estar más tranquilo/a respecto a este tema, siempre puedes optar por consumir otras especies con menor concentración (o solo incluirlas para variar). Te contamos cuáles son:
- La salpa (o salema)
- La sardina
- El calamar
- La dorada
- El besugo
- El boquerón
- El serrano
- La bacaladilla
- El gerret o caramel
- El galán
- El corvallo
- La lampuga
- El salmonete de roca
Variar la ingesta con las especies anteriores es especialmente recomendado para los grandes consumidores (quienes lo comen casi a diario). De esta forma, lograrán mitigar los riesgos sin alterar sus hábitos alimenticios.
Recuerda que descartar del todo el consumo de pescado en tu alimentación no sólo limitaría tus opciones culinarias, sino que privará a tu organismo de nutrientes vitales como aminoácidos esenciales, vitaminas, ácidos grasos y minerales.
Así que si quieres cuidar tu sistema cardiovascular, evitar la diabetes, el colesterol alto, la depresión y cuidar tu vista (por mencionar solo algunos beneficios) la clave está en el equilibrio.