La calidad del aire en la isla de Tenerife sigue viéndose afectada de manera desfavorable debido al incendio forestal que ha estado azotando la región en los últimos días y que sin duda afectan tambien a la salud.
Las autoridades han mantenido vigentes las recomendaciones a la población emitidas los días 17, 18 y 19 de Agosto, con el objetivo de minimizar la exposición a los contaminantes y proteger la salud de los residentes en las áreas afectadas.
Las zonas territoriales más perjudicadas por esta situación se extienden en la Vertiente Norte y la Vertiente Sur de la isla.
En la Vertiente Norte, los municipios afectados son Los Realejos, El Sauzal, La Matanza de Acentejo, La Victoria de Acentejo, Santa Úrsula, La Orotava, Puerto de la Cruz, Buenavista del Norte, Los Silos, Garachico, Icod de los Vinos, La Guancha y San Juan de la Rambla.
Mientras tanto, en la Vertiente Sur, los municipios afectados incluyen Arafo, Candelaria, Güímar, Fasnia y Arico.
El humo proveniente de los incendios forestales está compuesto por una mezcla de gases y partículas pequeñas que se emiten durante la combustión de la vegetación y otros materiales.
Esta combinación puede tener efectos perjudiciales para la salud, especialmente en personas consideradas como población sensible o en grupos de riesgo.
Entre estos se encuentran aquellos con condiciones de salud preexistentes, como enfermedades respiratorias o cardiacas (como asma, bronquitis crónica y enfisema), así como niños, mujeres embarazadas, ancianos, personas con movilidad reducida y aquellos que realizan actividades físicas intensas.
Los síntomas asociados con la exposición al humo del incendio incluyen tos, irritación de los ojos, la nariz o la garganta, dificultad para respirar profundamente, molestias en el pecho, palpitaciones y fatiga. Estos síntomas pueden ser especialmente agudos en personas que ya tienen problemas de salud respiratoria o cardiovascular.
Cómo proteger a la población sensible durante episodios de contaminación del aire
Los episodios de contaminación del aire pueden tener un impacto significativo en la salud de la población, especialmente en aquellos considerados como población sensible o grupos de riesgo.
Estos grupos son más susceptibles a sufrir efectos adversos debido a la exposición a la contaminación atmosférica. Aquí te presentamos algunas pautas esenciales para proteger a estas personas durante momentos de alta contaminación del aire.
Población sensible y grupos de riesgo
- Personas con enfermedades respiratorias o cardiacas previas: Individuos que sufren de afecciones como asma, bronquitis crónica y enfisema están en mayor riesgo de experimentar síntomas adversos en situaciones de contaminación del aire.
- Niños, mujeres gestantes y ancianos: Estos grupos de edad son particularmente vulnerables debido a su sistema inmunológico en desarrollo (en el caso de los niños) o debilitado (en el caso de las personas mayores) y a posibles complicaciones durante el embarazo.
- Personas que realizan actividad física intensa: El ejercicio físico intenso aumenta la cantidad de aire inhalado, lo que puede llevar a una exposición mayor a contaminantes. Además, el esfuerzo físico puede agravar los síntomas en personas ya afectadas por problemas respiratorios o cardíacos.
- Personas con movilidad reducida: Aquellos con dificultades para moverse pueden tener dificultades para alejarse de áreas contaminadas, lo que aumenta su exposición a la contaminación del aire.
Síntomas probables
Los síntomas de exposición a la contaminación del aire pueden variar, pero entre los síntomas probables se incluyen la tos, irritación de ojos, nariz o garganta, dificultad para respirar profundamente, molestias torácicas, palpitaciones y fatiga.
Es importante destacar que las personas con enfermedades respiratorias o cardíacas previas pueden experimentar un empeoramiento de sus síntomas durante estos episodios.
Recomendaciones para la población de la zona afectada
Para reducir el riesgo de efectos adversos en la población sensible durante episodios de contaminación del aire, es crucial seguir ciertas recomendaciones:
- Evitar la permanencia en el exterior y la actividad física intensa o prolongada: Limitar el tiempo al aire libre y reducir la intensidad del ejercicio físico puede ayudar a disminuir la exposición a los contaminantes.
- Cerrar puertas y ventanas; utilizar aire acondicionado en modo recirculación con filtros limpios: Mantener las puertas y ventanas cerradas ayuda a evitar la entrada de aire contaminado. Si tienes aire acondicionado, usarlo en modo de recirculación con filtros limpios puede mejorar la calidad del aire en espacios interiores. ¿No tienes aire acondicionado?, considera ir a un lugar público que lo tenga, como una biblioteca o un centro comercial.
- Uso de mascarilla FFP2 en exteriores y proteger los ojos: Utilizar una mascarilla FFP2 puede proteger las vías respiratorias y reducir la inhalación de contaminantes. También es recomendable proteger los ojos, y en caso necesario, lavarlos… No uses mascarillas de tela o quirúrgicas, ya que no te protegen del humo!.
- Hidrátate: Bebe mucha agua para mantener las mucosas hidratadas y facilitar la eliminación de las partículas del humo.
- No hagas esto: Evita fumar, usar velas, incienso o aerosoles, y cocinar con gas o leña en los casos que la intensidad del humo sea muy fuerte, ya que pueden empeorar la calidad del aire interior.
- Seguir las instrucciones de las autoridades de protección civil: Mantenerse informado a través de fuentes confiables y seguir las instrucciones proporcionadas por las autoridades locales de protección civil es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar durante estos episodios.
Ante cualquier emergencia, es vital conocer los números de teléfono de contacto. En el caso del Gobierno de Canarias, el número de emergencias es 1-1-2, mientras que para consultas generales puedes llamar al 0-12.
