En el día de hoy, martes 30, el Cabildo de Tenerife ha sido testigo de la presentación de una colaboración público-privada entre el Instituto Tecnológico de Energías Renovables, entidad vinculada a la Corporación insular, y el grupo DISA. Esta iniciativa ha conseguido asegurar una financiación de 43,1 millones de euros provenientes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). El objetivo de esta colaboración es el desarrollo de la geotermia en la isla, haciendo uso de los dominios mineros concedidos por el Gobierno de Canarias a ambas entidades. Estos dominios están relacionados con los sistemas volcánicos-hidrotermales de Tenerife NWRZ, Tenerife NERZ y Tenerife NSRZ.

El evento contó con la participación de destacadas figuras como la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, el consejero de Innovación, Investigación y Desarrollo, Juan José Martínez, el director de DISA Renovables, Joaquín Gurriarán, y el director del área de Medioambiente del Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), Nemesio Pérez.

La investigación geotérmica vinculada al sistema volcánico-hidrotermal Tenerife NERZ se llevará a cabo parcialmente en los municipios de Arico, Fasnia y La Orotava.

En cuanto a Tenerife NWRZ, se implementará parcialmente en los municipios de Buenavista del Norte, Garachico, Guía de Isora, Icod de los Vinos, Santiago del Teide, Los Silos y El Tanque.

Por otro lado, los trabajos de investigación geotérmica en el sistema volcánico-hidrotermal de Tenerife NSRZ se centrarán en los municipios de Adeje, Arona, Granadilla, San Miguel y Vilaflor.

La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, enfatizó la importancia de esta iniciativa, declarando: “Se trata de una apuesta por el futuro de Tenerife en nuestro objetivo de conseguir un 100% de energías renovables. Quiero destacar la apuesta del Cabildo, a través del ITER y también de los trabajos que ha hecho Involcan, y de DISA en esta iniciativa pública-privada que podría suponer un gran avance para la Isla. Esto nos permitiría aumentar nuestra soberanía energética, al tiempo que reducimos la factura energética. Tenemos la obligación de explorar los recursos que hay en nuestro territorio y eso es lo que vamos a hacer en los próximos meses”.

Por su parte, Joaquín Gurriarán manifestó su entusiasmo por avanzar en esta alianza con el Cabildo, expresando: “DISA lleva apostando por la energía desde hace 90 años y ha ido evolucionando, primero con la apuesta por las fotovoltaicas y eólicas y ahora lo hacemos con la geotermia, que es una energía limpia, asequible y sostenible”.

En ese sentido, agradeció el esfuerzo del personal del ITER y DISA por obtener los recursos del IDAE para poder realizar los trabajos e indicó que se incorporará un grupo islandés al proyecto que aportará sus conocimientos y experiencia.

Juan José Martínez destacó que se trata de una inversión de 43,1 millones de euros, pero podría duplicarse hasta alcanzar los 86 millones de euros en el desarrollo de los proyectos. Explicó que a lo largo de este año se llevará a cabo una exploración geotérmica en la superficie, y a partir de 2025 está prevista la exploración en profundidad con varios sondeos.

Martínez enfatizó que se trata de un recurso estable y disponible, ya que la energía geotérmica está disponible las 24 horas, los 365 días al año y tiene un rendimiento predecible. Además, resaltó que es una energía que no consume mucho territorio y que su huella ambiental es mucho menor que la de otras fuentes de energía.

Nemesio Pérez, por su parte, recordó que la investigación geotérmica en Canarias se encuentra un paso por delante en comparación con el resto de la investigación geotérmica en el territorio nacional. Destacó que esta investigación se ha desarrollado principalmente a través de proyectos de I+D+i liderados por el ITER y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) durante los últimos 13 años.

Nemesio Pérez compartió su perspectiva sobre los proyectos de geotermia del Cabildo y DISA, comparándolos con un partido de fútbol: “Esto es como un partido de fútbol que hay que jugar. Si no lo juegas, no sabes si lo ganas o lo pierdes. Estamos hablando de un recurso renovable y económico bajo nuestros pies que aprovecha el calor interno almacenado en la corteza terrestre para producir calor y electricidad de forma sostenible. La energía geotérmica opera continuamente para cumplir con el nivel mínimo de demanda de energía y puede adaptarse para satisfacer niveles variables de demanda de energía”.

En términos más técnicos, la geotermia se define como “la energía almacenada en forma de calor bajo la superficie de la tierra, en el interior de la corteza terrestre”. Pérez explicó que los recursos geotérmicos se encuentran a diversas profundidades, desde cientos de metros hasta varios kilómetros, y pueden utilizarse para generar tanto energía térmica como eléctrica, dependiendo de su temperatura.

Además, mencionó que la geotermia profunda o de alta temperatura está asociada a anomalías térmicas de la corteza terrestre, donde el gradiente geotérmico, en lugar de ser el normal (30 °C/km), es mucho más elevado, llegando hasta 200 °C/km. Estas anomalías suelen estar vinculadas a áreas volcánicamente y tectónicamente activas.

Una vez identificada la posible existencia de un recurso geotérmico en el subsuelo, tras una investigación y exploración detallada de la superficie, se procede a la realización de sondeos profundos hasta alcanzar el yacimiento geotérmico.

Una vez encontrado el recurso, este se aprovecha en centrales termoeléctricas, donde el vapor extraído se inyecta en una turbina para generar electricidad que se exporta a la red eléctrica, aportando estabilidad al sistema eléctrico como carga base verde.

Dado que es posible controlar en todo momento la producción del recurso geotérmico y las centrales tienen un elevado factor de capacidad (por encima del 90%), la electricidad geotérmica se convierte en una gran aliada renovable del sistema eléctrico.

Este papel resulta especialmente estratégico en territorios insulares, ya que puede actuar como respaldo renovable para otras fuentes interrumpibles como la fotovoltaica y la eólica, facilitando así la evolución de las islas hacia un mix energético 100% renovable.

La geotermia se distingue de otras fuentes renovables principalmente por la incertidumbre asociada a la identificación del recurso geotérmico en la fase inicial de los proyectos.

No obstante, una vez que se ha encontrado el recurso, verificado su viabilidad técnica y económica, y se ha puesto en marcha una central geotermoeléctrica, el coste de la electricidad generada se vuelve uno de los más competitivos entre todas las fuentes renovables, con un LCOE entre 0,04 y 0,07 €/kWh, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).

Estos dos factores diferenciales resaltan la importancia de desarrollar mecanismos que faciliten la mitigación de este riesgo inicial existente, tal y como se ha hecho en otros países europeos donde la geotermia se está implementando con éxito.

A pesar de que el potencial geotérmico en España es comparable e incluso superior al de países vecinos, actualmente el desarrollo de la geoelectricidad en España es nulo.

En contraste, países como Alemania, Francia y Portugal cuentan con una capacidad geotérmica instalada para generación eléctrica de 40, 16 y 29 MW, respectivamente, en el año 2021, siendo estas capacidades en su mayoría instaladas en los territorios insulares de dichos países.

En el documento de visión de la Plataforma Española Tecnológica y de Innovación en Geotermia (Geoplat), publicado en 2010, se estimaba un potencial de generación eléctrica para Canarias en el horizonte 2020 de 255 MW de potencia instalada.

El impacto de este desarrollo tendría beneficios energéticos al contribuir a descarbonizar el mix y reducir los elevados costos energéticos extrapeninsulares.

Además de inducir importantes beneficios medioambientales al sustituir a centrales eléctricas fósiles, lo más relevante sería la generación de beneficios socioeconómicos en los territorios, gracias a las inversiones que implicarían la creación y el mantenimiento de empleos.