El Chucho Negro, conocido científicamente como Taeniurops grabatus, es una de las especies de raya más grandes que se encuentran en el Atlántico Oriental. Su número ha experimentado una preocupante disminución en las últimas décadas, lo que la coloca en riesgo de ser catalogada como una especie “casi amenazada de extinción” según la lista roja de la IUCN. La reproducción de esta especie en acuarios o zoológicos ha sido un desafío debido a su complejidad.

Por lo tanto, el reciente nacimiento de cuatro crías de Chucho Negro, logrado por el equipo de biología del acuario Poema del Mar, es un gran éxito en el campo de la preservación de la biodiversidad. “Es la primera vez que se tiene constancia de una reproducción controlada de esta especie, donde se conocen ambos progenitores“, comenta Ángel Curros, director de biología del acuario en Gran Canaria. Las pequeñas rayas son descendientes de Fifty, una hembra de aproximadamente 130 kg, y Carbón, el único macho del grupo que consta de un total de siete ejemplares.

Este acontecimiento es una señal clave del bienestar de esta especie bajo cuidado humano, ya que ha encontrado en el vasto espacio del Deep Sea de Poema del Mar un ecosistema ideal para su desarrollo.

La gestación, que dura alrededor de seis meses, fue monitoreada mediante ecografías que permitieron observar el desarrollo de las crías en el útero materno. El chucho negro es una especie ovovivípara, lo que significa que mantiene los huevos fecundados a salvo dentro de la hembra hasta el momento del parto, cuando las crías nacen y comienzan a nadar de manera autónoma.

Sin embargo, con un peso de apenas 1,2 kilogramos y un diámetro de 30 centímetros, estas pequeñas rayas son aún demasiado vulnerables para sobrevivir por sí solas entre la diversa comunidad de peces que conviven en el acuario. Por lo tanto, su crianza hasta alcanzar un tamaño adecuado se llevará a cabo en las cuarentenas interiores del acuario, donde estarán seguras y protegidas.

El Chucho Negro es una especie que se encuentra comúnmente en las costas canarias. Es un animal de carácter tranquilo que no parece verse perturbado por la presencia humana. Al igual que la mayoría de las rayas, posee una aguja o aguijón en la parte superior de su cola y habita en aguas costeras, donde se entierra bajo la arena.

La preservación de esta especie es fundamental para mantener el equilibrio del ecosistema en el que habita, lo que convierte este éxito reproductivo en un logro de especial interés científico.