El Consejo Insular de Aguas de Tenerife, a través del Cabildo de Tenerife, destinará 4,1 millones de euros a las obras de prolongación del emisario submarino Adeje-Arona.
Este emisario es una infraestructura crucial que se encarga de llevar al mar las aguas salinas procedentes de la desaladora comarcal (EDAM) Adeje-Arona.
Hoy lunes, día 1, han dado inicio los trabajos con el propósito de dirigir las aguas salinas de la EDAM Adeje-Arona hacia el final del Barranco de Troya de manera controlada para su desembocadura en el mar.
El objetivo principal de estas obras es mejorar el proceso de evacuación de las aguas salinas al mar, ampliando el emisario en 200 metros y situando el punto de vertido a más de 40 metros de profundidad, a fin de alejarlo más del litoral.
Para llevar a cabo estos trabajos, se implementarán medidas de seguridad en la zona y se restringirá el acceso en el área de la desembocadura del Barranco de Troya y sus alrededores.
Se estima que la duración de las obras será de aproximadamente un mes y medio, aunque dependerá de las condiciones del mar y el oleaje.
Blanca Pérez, la consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, destaca la complejidad e importancia de las próximas acciones que se llevarán a cabo. Se trata de trabajos submarinos a más de 40 metros de profundidad, enfatizando que la anulación y ampliación del emisario submarino es “necesaria” para mejorar la evacuación de las aguas salinas provenientes de la desaladora comarcal después del tratamiento de depuración y regeneración.
Pérez subraya que esta medida, aunque compleja, resultará en una “mejora ambiental en toda la zona”.
Javier Davara, el gerente del Consejo Insular de Aguas de Tenerife, explica que como resultado de esta anulación del emisario para el proyecto, el agua y las aguas salinas de la EDAM se dirigirán al tramo final del Barranco de Troya, lo que será visible como una pluma blanca sobre el mar, indicando la “mezcla de soluciones salinas”.
Davara coincide en “la importancia y complejidad de las obras para extender el emisario hasta los 1.100 metros de la costa”. Esto implica la conexión de las dos conducciones existentes y la nueva mediante la construcción de una pieza adicional que permitirá la evacuación de las aguas salinas a más de un kilómetro de la costa.