Con un marcado énfasis en la “cooperación política y el esfuerzo conjunto entre el sector público y privado”, la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, resaltó en la ceremonia de inauguración de la restauración de la ermita de El Socorro el logro tangiblemente palpable que representa en la actualidad.
En su intervención durante el evento, Dávila enfatizó que la restauración de la icónica ermita de El Socorro, que hoy todos los habitantes de Güímar pueden apreciar en todo su esplendor, es el resultado directo de la convergencia política sin distinción de colores partidistas, y la iniciativa conjunta entre actores del ámbito público y privado.
La máxima autoridad del Cabildo de Tenerife subrayó que este logro se cimenta en una sólida determinación colectiva, donde la comunidad se unió bajo la dirección de la institución insular y el Gobierno de Canarias, ente que en 1990 otorgó el estatus de Bien de Interés Cultural (BIC) a esta histórica ermita.
Dávila aprovechó la ocasión para expresar su agradecimiento a todos los presentes, considerando su asistencia como un símbolo tangible de la profunda conexión que cada uno ha tenido de una forma u otra con este ambicioso proyecto. En sus palabras, el compromiso incansable del párroco Pedro José Pérez, la colaboración activa del Ayuntamiento con su alcalde al frente, la contribución del Obispado, el respaldo del Gobierno de Canarias y la labor de la mayordomía de la Virgen de El Socorro fueron elementos esenciales que hicieron posible este logro.
Para Dávila, la ermita de El Socorro, con sus profundos lazos históricos y arraigadas tradiciones en el municipio, no solo representa un patrimonio arquitectónico, sino también un tesoro inmaterial arraigado en los corazones de la comunidad y una expresión vívida de devoción.