El Juzgado de lo Social nº 4 de Santa Cruz de Tenerife, en sentencia de noviembre de 2016, declara la nulidad del despido realizado por el Ayuntamiento de Guía de Isora de una Agente de Desarrollo Local de dicho municipio, por considerar que tal cese vulnera el derecho a la indemnidad de la trabajadora.
Para intentar dar la apariencia de legalidad al cese, el Ayuntamiento había invocado la inexistencia de represalia alguna (a pesar de intentar todo tipo de argucias para que abandonara su puesto de trabajo), argumentando que simplemente no se le había renovado la contratación habida cuenta de que el perfil del puesto de trabajo había cambiado (de economista a trabajador social), que era necesario cubrir la plaza a tiempo completo y no de manera parcial y por último que la subvención por la que se sufragaba el puesto de trabajo fue otorgada por el Servicio Canario de Empleo en abril de 2016, por lo que durante los tres primeros meses no era posible mantener el puesto de trabajo.
Frente a tales argumentos, el Magistrado de Instancia, consideró que lo expuesto por el Ayuntamiento carecía de toda lógica: el perfil adecuado para cubrir el puesto de trabajo – dada las funciones a realizar – seguía siendo el de un/a economista; que la propia resolución que convocaba la subvención en cuestión preveía su carácter retroactivo a 1 de enero; y que esa misma resolución permitía las contrataciones a tiempo parcial.
Por ello procede a declarar la nulidad del despido y condena al Ayuntamiento a readmitir con carácter inmediato a la trabajadora en su puesto de trabajo y a su correspondiente indemnización.
Se trata de una práctica habitual en el grupo de Gobierno del consistorio Isorano (con su Alcalde a la cabeza); la persecución, el acoso y el derribo de los trabajadores y funcionarios que no son de su agrado, por el mero hecho de no aceptar ser partícipes de las tropelías de esta Corporación, que ya ha sido condenada en varias ocasiones por los mismos hechos, así como por acoso laboral, con el consiguiente perjuicio económico para las arcas Municipales. Sin embargo, se da la circunstancia de que otros hechos gravísimos cometidos por empleados Municipales no son tratados con similar contundencia. Sin ir más lejos, los del Agente de la Policía Local de Guía de Isora recientemente denunciado por un presunto delito de Violencia de Género, sobre el cual no se ha tomado medida alguna. Aún a sabiendas, de que también ha sido denunciado en numerosas ocasiones por vecinos y sindicatos al prestar Servicio en estado de embriaguez (lo más curioso del caso es que parece ser que no es el único).
Tampoco se han tomado medidas respecto al Jefe de la Policía Local, quien ha sido denunciado por el Sindicato ASIPAL, entre otras cuestiones por un presunto delito de acoso laboral, así como por no resolver el problema del arma reglamentaria del Agente mencionado anteriormente, ni la incompatibilidad de otros Policías que tienen varios empleos con la connivencia de los Regidores Municipales.
Todo esto, sin que la oposición Isorana haya exigido ningún tipo de responsabilidad, ante el grave daño que se le está causando a la imagen del Municipio en general y del Ayuntamiento en particular.
En definitiva, el Sr. Alcalde, que se autoproclama obrero y socialista, parece que está por encima del bien y del mal, manejando a su antojo a los trabajadores a su cargo, sin ningún tipo de escrúpulos cuando se trata de pisotear tanto la vida laboral como familiar de los que no se ceden a su chantaje imperativo; “… o estás conmigo o estás contra mí”.