El Cabildo ha adjudicado a la empresa Civilport Ingenieros y Servicios Subacuáticos Profesionales el proyecto de balizamiento con campo de boyas de las playas de El Médano y Leocadio Machado, en el término municipal de Granadilla. Esta actuación, incluida en el Marco Estratégico de Desarrollo Insular MEDI-FDCAN, supondrá una inversión de 127.757 euros.

El vicepresidente y consejero insular de Turismo, Alberto Bernabé, explica que el objetivo de este proyecto es “separar con esta señalización la zona donde se practican deportes acuáticos como el windsurf y el kitesurf por parte de aficionados, profesionales y escuelas, de la zona reservada para los bañistas con el fin de garantizar las condiciones de seguridad necesarias para compaginar ambas actividades”. El plazo de ejecución de esta actuación será de tres meses.

“Queremos que la experiencia del turista sea de la mayor calidad posible y, por supuesto, con garantías de seguridad”, indica Alberto Bernabé, quien considera que “con este proyecto contribuimos a ordenar y regular las cargas sobre la playa”

El viento de sotavento, marcado por una gran fuerza y constancia, convierte a la costa de El Médano en un enclave ideal para la práctica del windsurf y otros deportes acuáticos de vela. Precisamente, el balizamiento y la señalización de las normas de uso en las playas donde se realizan este tipo de prácticas deportivas es una de las acciones que propone la Estrategia Turística de Tenerife en relación con esta actividad turística.

Un destino ideal

Según datos elaborados por Turismo de Tenerife a partir de la Encuesta de Turismo Receptivo del Cabildo, el 0,7 por ciento del turismo que visita la Isla practica windsurf y kitesurf, especialmente en la playa de El Médano por sus condiciones ideales de viento, lo que se traducen en torno a unos 36.000 usuarios.

Este segmento genera, a partir de su gasto turístico, una cantidad estimada de 29 millones de euros en sus vacaciones en tanto que la repercusión económica directa de la práctica del surf se estimaría en unos 2,3 millones de euros teniendo como referente una media de 74 euros de gasto por persona en la actividad.

Italianos, franceses, alemanes, belgas, finlandeses, noruegos o rusos son algunos de los principales mercados demandantes de estas actividades acuáticas, que normalmente vienen a Tenerife con la motivación principal de practicar estos deportes, además del disfrute del sol, la naturaleza y el litoral.