La consejera de Bienestar Social, Igualdad, Juventud, Infancia y Familias del Gobierno de Canarias, Candelaria Delgado, llevó a cabo una visita institucional al municipio de Granadilla de Abona este martes. Durante su estancia, se reunió con la alcaldesa, Jennifer Miranda, y la concejala de Bienestar Comunitario, Carolina Bethencourt, con el objetivo de obtener una visión detallada de la situación social del cuarto municipio más poblado de la Isla y las acciones que se están implementando desde la Consejería para agilizar y mejorar la atención a las personas en situación de vulnerabilidad.
Delgado enfatizó que su principal enfoque en estos primeros meses al frente de la Consejería es establecer vínculos más estrechos con los diferentes ayuntamientos y fortalecer las colaboraciones y coordinación entre las administraciones. En este contexto, indicó que su visita a Granadilla de Abona se enmarca dentro de una serie de encuentros con representantes de las corporaciones locales e insulares, con el propósito de profundizar en las necesidades reales en el ámbito de la atención social y establecer objetivos a corto y medio plazo.
Durante su jornada, la consejera recorrió las instalaciones del Centro Multifuncional San Isidro Espacio Cívico (SIEC), el Servicio de Promoción de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia y la Unidad de Inclusión Social de la Renta Canaria de Ciudadanía, donde pudo evaluar los recursos disponibles en el municipio para atender a la población. Delgado aseguró: “Desde la Consejería haremos todo lo posible por fortalecer la relación con todos los municipios de las Islas, con el objetivo de consolidar una verdadera red de atención a las personas, poniendo siempre a la ciudadanía en el centro de nuestras acciones”.
Por su parte, la alcaldesa de Granadilla, Jennifer Miranda, junto con la concejala de Bienestar Comunitario, Carolina Bethencourt, expresaron su agradecimiento por la visita de la consejera y transmitieron las principales demandas del municipio en materia social. Miranda hizo hincapié en la necesidad de obtener una mayor financiación, asistencia y celeridad en la tramitación de los expedientes de dependencia, dado que el ayuntamiento está asumiendo competencias que son supramunicipales y soporta directamente alrededor del 73% del gasto social municipal, a pesar de que la Ley Canaria de Servicios Sociales establece que los ayuntamientos deben aportar como máximo el 40% en situaciones de emergencia y vulnerabilidad.
Asimismo, Miranda mencionó los servicios especializados de infancia que brindan apoyo a más de medio millar de menores en el municipio y destacó la importancia de financiar el Plan de Pobreza a nivel estatal para garantizar que los 30 millones de euros destinados a la exclusión y la pobreza lleguen a los municipios. La alcaldesa también solicitó a la consejera que Granadilla sea una prioridad para el Ejecutivo Canario y que se establezcan mecanismos de colaboración y financiación para satisfacer adecuadamente las demandas de las familias del municipio en los próximos cuatro años.
Actualmente, Bienestar Social proporciona financiamiento al ayuntamiento de Granadilla a través de los fondos del plan concertado y diversas subvenciones nominadas o de concurrencia competitiva, entre otras fuentes de financiamiento. Uno de los temas discutidos durante la reunión fue la atención a la población en situación de dependencia.
La consejera recordó a la alcaldesa que el pasado 14 de septiembre se abrió a consulta pública el reglamento para la aprobación del Decreto que simplificará la tramitación administrativa y reducirá los plazos desde la presentación de las solicitudes hasta que las personas se conviertan en beneficiarias de la prestación.
También estuvieron presentes en la reunión la viceconsejera de Igualdad y Diversidad, Cristina Arceo, y el viceconsejero de Bienestar Social, Francis Candil. La consejera aprovechó su visita a Granadilla para elogiar el trabajo que el ayuntamiento está realizando en el ámbito del bienestar social y se comprometió a continuar trabajando en conjunto para mejorar la calidad de vida de las personas que más lo necesitan.