En un hito largamente esperado para la gestión del agua y la sostenibilidad, el centro de I+D+i WAVE de Aqualia ya está operativo en Adeje, Tenerife. Este ambicioso proyecto, que se anunciaba con gran expectativa, ha abierto finalmente sus puertas, consolidando a la isla como referente internacional en tecnologías hídricas avanzadas.
De este modo, el municipio sureño alberga el Water Added Value European Center (WAVE), un centro europeo para el desarrollo de la investigación aplicada en tecnologías de desalación sostenible y valorización de salmuera. Esta infraestructura, impulsada por Aqualia-Entemanser con el apoyo del Ayuntamiento de Adeje, supone un paso estratégico hacia un modelo más eficiente, autosuficiente y respetuoso con el medioambiente en el tratamiento del agua.
Ubicado en un espacio adjunto a la estación desaladora de La Caleta, el centro WAVE se presenta como un nodo internacional de desarrollo, prueba e implementación de soluciones avanzadas para los retos actuales del ciclo del agua.
La inauguración se celebró este viernes 27 de junio en paralelo a la clausura del XIV Congreso Internacional de la Asociación Española de Desalación y Reutilización (AEDYR), que ha reunido en Santa Cruz de Tenerife a investigadores y especialistas de todo el mundo.
Más de un centenar de personas, entre representantes institucionales, técnicos y responsables de empresa, acudieron al acto inaugural. Entre los participantes destacaron el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, y varios directivos de Aqualia-Entemanser: Higinio Martínez, director territorial del sur de España; Pedro Rodríguez, director de Desarrollo Estratégico y Sostenibilidad; Enrique Reina, director de la delegación Canarias; y Víctor Monsalvo, responsable del Área de Ecoeficiencia del departamento de Innovación y Tecnología de Aqualia.

Un centro de vanguardia adaptado al entorno operativo
El centro WAVE ocupa más de 3.000 metros cuadrados de superficie. Hace tan solo dos años, este lugar era solo un terreno descampado e improductivo, pero, a día de hoy, su transformación ha dado lugar a una plataforma flexible y con vocación práctica. Sus funciones incluyen la validación de nuevas tecnologías de desalación, el desarrollo de sistemas híbridos alimentados por energías renovables y la transformación de la salmuera en compuestos útiles.

Según explicó Víctor Monsalvo, el trabajo se basa en tres pilares fundamentales: “tecnologías de desalinización con menor consumo energético, valorización de salmuera y el acoplamiento de todo el proceso a fuentes de energías renovables”. En WAVE, subrayó “hacemos muy poca investigación fundamental aquí. Para eso tenemos grandes aliados en universidades y centros de investigación ultra equipados y con una capacidad intelectual altísima. Aquí ya estamos hablando de soluciones que están más maduras”.
En ese sentido, el propio diseño del centro se adapta a la evolución tecnológica: “si vienen dentro de un año, el centro será diferente. Así lo hemos configurado”. Esta filosofía permite incorporar tecnologías en fase avanzada de validación, operar con prototipos y liberar espacio a medida que las soluciones llegan a su grado óptimo de madurez para ser replicadas. “Probamos tecnologías, las desarrollamos y una vez que están listas para el mercado, salen del centro porque ya tienen la suficiente madurez como para instalarlo en esta u otras infraestructuras”.
Entre los sistemas ya implementados con éxito, se encuentran algunos desarrollados en el propio centro de La Caleta. “Algunas de las soluciones que se han desarrollado en Tenerife están implantadas a escala 1:1 en Tenerife y en otras ubicaciones”, detalló Monsalvo.

Salmuera como oportunidad, no como residuo
Una de las líneas de investigación más innovadoras del centro WAVE es la valorización de la salmuera, el subproducto altamente salino que se genera durante la desalación. Tradicionalmente considerada un desecho problemático, en WAVE se aborda como una fuente potencial de materias primas estratégicas para Europa.
Monsalvo explicó que uno de los trabajos desarrollados y reconocidos internacionalmente se centra en la extracción de compuestos de alto valor. “Estamos hablando de molibdeno, vanadio, litio, materias primas críticas que la Comisión Europea depositó su confianza en nosotros”, afirmó.
Esta línea de trabajo responde a la estrategia europea de asegurar el acceso a recursos estratégicos para la transición energética, especialmente elementos escasos como el litio o el vanadio, claves en la fabricación de baterías o turbinas.
La aplicación de la salmuera va más allá del sector industrial. De hecho, el centro ya trabaja en concentrar las sales en balsas de evaporación para obtener productos como “Alma de Mar”, una sal de alta pureza. Monsalvo también reveló que ya han desarrollado productos alimentarios gourmet elaborados a partir de este subproducto, con todas las certificaciones necesarias: “uno de los ejemplos que más está llamando la atención del sector es que uno de los proyectos pioneros en extraer realmente y terminar teniendo un producto, en este caso un producto gourmet, es aquí. Es en el centro WAVE, donde ya tenemos este producto”.

Todo ello con un objetivo pedagógico claro: cambiar la percepción negativa de la salmuera. “No es un producto tóxico, no es un producto que genere problemas, sino que es un producto que nos pueda dar oportunidades para el futuro”, subrayó.
Energía, eficiencia y realidad climática
Otro de los mitos que WAVE busca desmontar es el supuesto alto impacto energético y ambiental de la desalación. Según Monsalvo, los avances en eficiencia han reducido drásticamente el consumo eléctrico: “el consumo energético no es tan elevado como se cree. Nuestros LED en el standby gastan más que suministrarnos el agua si consumiésemos agua 100% desalada”.
En términos de emisiones de carbono, también quiso ofrecer una comparación ilustrativa: “no tiene un impacto en CO₂ alto. Cada litro de agua desalinizada emite el mismo CO₂ que cuando hacemos un clic en Google”. Estos datos evidencian el avance tecnológico alcanzado en las plantas modernas.
Un modelo de colaboración público-privada
Durante el acto, Pedro Rodríguez, director de Desarrollo Estratégico de Aqualia, explicó la estrategia de descentralización de la innovación por parte de la empresa: “desde el primer momento, entendimos que la forma de hacer innovación en Aqualia era no generar un gran centro de investigación en una gran ciudad, sino hacerla ligada a nuestros contratos, a nuestros clientes y a nuestros equipos de producción”.
Por ello, el centro WAVE se inserta directamente en una planta en operación y cuenta con la colaboración activa del Ayuntamiento de Adeje y de técnicos de Entemanser, la empresa que gestiona el servicio. Esta alianza, explicó Rodríguez, permite conectar ciencia, empresa y territorio. “Lo que tratamos es de especializar una parte con un equipo joven, súper preparado, que está al día de las tecnologías más avanzadas y apoyándonos en un cliente con el que queremos tener una relación público-privada positiva”.
En esa línea, la empresa entiende que debe haber transferencia de conocimiento con los jóvenes estudiantes. Aqualia considera que este punto es clave para mantener una posición de liderazgo internacional en un mercado cada vez más competitivo.

Adeje: desarrollo y agua como política estructural
José Miguel Rodríguez Fraga defendió que el agua ha sido una prioridad de su gestión desde hace décadas, tanto por ser “una necesidad vital” como por su papel en el desarrollo de Adeje. “El tema del agua ha sido uno de los ejes vertebradores de la acción política que yo represento a lo largo de muchísimos años”.
El alcalde subrayó que garantizar el suministro ha sido posible gracias a una gestión eficaz y alianzas clave. “Que no tengamos ningún problema de agua es un indicador clarísimo de que la cosa está funcionando”. Recordó que Adeje partía de una situación muy complicada. “Venimos de una cultura del agua que ha sido fundamental por las dificultades de construir galerías, de gestionarla y luego de cambiar el modelo. Eso fue una historia compleja y complicada”.
Resumió que el objetivo ha sido siempre cerrar el ciclo integral del agua. “Producirla, distribuirla, recogerla, transformarla, devolverla”, y agregó: “tenemos el compromiso firme, serio, ético e irrenunciable de dar a nuestra población el agua mejor: para su uso, para su higiene, para su agricultura, para su jardinería, para sus piscinas también, ¿por qué no decirlo?”. Insistió en que sin agua no hay turismo: “No podemos pensar en un destino turístico de calidad sin servicios de calidad, y el agua es uno de los servicios básicos”.
Sobre el nuevo centro de innovación, dijo que el objetivo de WAVE es sumar talento y conocimiento. “Nos faltaba el talento y creo que está viniendo también de estas nuevas generaciones que se incorporan con nuevas ideas, con nuevos criterios”. Para finalizar recordó los avances del municipio desde su experiencia personal, donde el recurso hídrico “era de unos pocos” y ubicado una zona alejada. Fraga señaló, “he vivido ese Adeje en el que mis abuelas iban a lavar a la tajea, si las dejaban, y ahora vivo este Adeje que establece centros de innovación abogados al mundo”. Y reafirmó su compromiso con la empresa: “Gracias a Aqualia por esa alianza estratégica de largo recorrido y de buenas prácticas. Seguiremos en el rigor, en la seriedad, en el trabajo y en el compromiso por mejorar la vida de nuestra gente”.
Fidelidad a Tenerife
La creación del centro WAVE ha captado la atención de actores internacionales, especialmente de regiones con problemas estructurales en el suministro de agua, como Oriente Medio. No obstante, Aqualia ha optado por concentrar sus esfuerzos en el entorno local. “Nos ha querido convencer para trabajar en otros sitios. Hemos preferido trabajar aquí”, explicó Pedro Rodríguez.
La apuesta de Aqualia por la innovación y la tecnología en Tenerife comenzó en 2019, cuando se pusieron en marcha ocho proyectos en la isla con una inversión conjunta de 42,4 millones de euros, cofinanciados por fondos europeos y las entidades participantes. Esta intensa actividad en I+D evidenció la necesidad de contar con un centro especializado para el desarrollo de soluciones innovadoras, lo que dio origen a WAVE.
Desde entonces, se han completado cuatro proyectos con una inversión directa de Aqualia de 4,1 millones de euros, a los que se suman 2,5 millones adicionales aportados por entidades asociadas, alcanzando un total de 6,6 millones de euros en el período 2019-2025. Actualmente, se están ejecutando cuatro nuevos proyectos con una inversión prevista de 3 millones de euros, planificada para desarrollarse entre 2026 y 2029.