El cardiólogo del Hospital Universitario de Canarias, Alberto Domínguez, ha dirigido una investigación que demuestra que la exposición a episodios de polvo sahariano predice los ingresos hospitalarios de los pacientes con insuficiencia cardíaca aguda.
El cardiólogo e investigador del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Canarias, en Tenerife, Alberto Domínguez, ha descubierto recientemente la relación entre la exposición a episodios de polvo sahariano y los ingresos en urgencias por insuficiencia cardíaca aguda (ICA).
El estudio ha sido publicado, estos días, en la Revista Emergencia, la tercera revista más importante a nivel mundial en el área de Medicina de Emergencias.
La investigación del Doctor Domínguez, se ha realizado con la colaboración del científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, Doctor Sergio Rodríguez y el investigador Doctor Emilio Cueva, director del Observatorio Atmosférico de Izaña, entre otros colaboradores, determinando que aquellas personas que padecen insuficiencia cardíaca y son expuestas a altos niveles de calima podrían empeorar su situación, por lo que, en los días en los que el polvo sahariano se encuentra en la atmósfera en cantidades elevadas, aumentan los ingresos de este tipo de pacientes en las urgencias hospitalarias.
La investigación, pionera en España, se llevó a cabo con el objetivo de evaluar si la exposición a episodios de polvo sahariano predice los ingresos hospitalarios de los pacientes con insuficiencia cardíaca aguda atendidos en un servicio de urgencias hospitalario, partiendo de la base de que en algunos estudios epidemiológicos previos ya se han observado aumentos en la morbilidad y mortalidad durante episodios de polvo desértico en el Sur de Europa y en Asia.
La población analizada fue de 1.097 pacientes con insuficiencia cardíaca aguda, 29% (318 pacientes) de los cuales ingresaron en el Hospital Universitario de Canarias. Tal y como se detalla en la publicación, estos pacientes ingresados tenían mayor edad, elevada comorbilidad y mayor proporción de ellos estuvieron expuestos a episodios intensos de polvo sahariano.
Hay que señalar, asimismo, que la existencia de estudios previos, realizados en Canarias, ha demostrado que en los días con presencia de niveles elevados de calima se produce un aumento en problemas de la salud con la admisión en un Servicio de Urgencias de pacientes con patología respiratoria, trastornos de ansiedad, dolores torácicos atípicos y asociación con incremento en la mortalidad de causa cardiorrespiratoria.
Las calimas de polvo sahariano son más intensas entre noviembre y marzo a nivel del mar y entre julio y agosto a altitudes superiores a los 1.000 metros; su intensidad y frecuencia es variable a lo largo del año, y muy dependiente del escenario meteorológico que las causa.
La relación directa de la presencia de calima en Canarias e ingreso por insuficiencia cardíaca aguda, se puede deber a diversos factores, tales como los efectos de la exposición a los minerales del polvo o la presencia –habitual– de contaminantes industriales y microorganismos–virus, bacterias y hongos– mezclados con el polvo, que como consecuencia puede producir un aumento del estrés oxidativo y de la inflamación celular.
El estudio liderado por el doctor Domínguez está focalizado en las calimas saharianas que inducen niveles de PM10 > 50 μg/m3 (umbral guía recomendado por la Organización Mundial de la Salud).
Este organismo reconoce que, muy probablemente, no exista un umbral por debajo del cual no haya efectos en la salud, motivo por el que los propios investigadores señalan que sería deseable realizar futuros estudios que incluyan niveles de polvo por debajo de este umbral.