Aday Amorin, presidente de La Asociación Canaria de Salvamento y Rescate se reunió con Alberto Rodríguez, Diputado Nacional de Podemos y Roberto Gil Hernández, Consejero Insular de Podemos del Cabildo de Tenerife, para buscar soluciones a la reivindicaciones y propuestas del colectivo.
El proyecto base que consideran totalmente necesario, es la creación de un Consorcio de Socorristas y Salvamento, tal como funciona el Consorcio de Bomberos de Tenerife, avalado un Plan de Seguridad, y prevención de ahogamientos con la pertinente difusión de factores de riesgo, además de contratar más personal laboral, para tareas de salvamento.
“Hay playas muy concurridas en Tenerife, de referencia Las Galletas, que no tienen vigilancia, constituyendo uno de tantos lugares costeros carentes de seguridad en el Archipiélago”, destaca Aday Amorín, haciendo hincapié en la urgencia de un reglamento que regule los servicios y competencias de salvamento, y la obligación de prestar estos servicios de seguridad. Claves de la Asociación Canaria de Salvamento y Rescate.
El colectivo canario, constituido en 2015, integrado por una docena de socorristas profesionales, y 100 afiliados, se encuentra en crecimiento exponencial, gracias a la iniciativa de su presidente, Aday Amorín, que está consiguiendo concienciar a la sociedad de la importancia de la coordinación de emergencias en las playas, y apunta que “resulta crucial la reanimación recibida por las personas recuperadas en el agua, siendo trasladadas al hospital, aunque si fallecen allí, ya no es por ahogamiento, lo cual dificulta contabilizar adecuadamente los siniestros. No siempre interviene el 112, y a veces falta coordinación, entre los efectivos, produciéndose una imagen lamentable hacia el usuario. Un incidente puede ser atendido por una ONG con socorristas voluntarios, o por profesionales.
El reconocimiento académico, de Formación Profesional de Socorrista Acuático en materia deportiva, rechina con nuestro objetivo, que es salvar vidas, no hacer deporte. Por tanto, la asociación, defiende la profesionalidad de los socorristas, y reclama herramientas como vehículos, botiquines, trajes de neopreno, subvenciones, ante las instituciones públicas. “Nosotros nos jugamos la vida, rescatando a personas atrapadas en el agua” apostilla Amorín.