Loro Parque está de enhorabuena tras el reciente nacimiento de tres crías de león marino, un macho y dos hembras, que vinieron al mundo en perfecto estado de salud. Con estos alumbramientos, se eleva a 13 el número de ejemplares de esta especie que viven en las instalaciones de Loro Parque, lo que confirma el estado de bienestar del que disfrutan estos mamíferos marinos.
Los partos se produjeron de forma natural y en una zona especialmente diseñada para garantizar la seguridad y tranquilidad de las madres y la crías. Al principio sólo se alimentará de leche materna que le aportará nutrientes y materia grasa para impermeabilizar su pelaje. A partir de los seis meses, empezará a combinar en su dieta la leche con el pescado. Al cumplir el año, será el momento en el que se emancipará por completo de sus madres. Los nuevos inquilinos de Loro Parque crecen a un buen ritmo junto a sus madres Brisa, Marta y Maggie y bajo el atento cuidado de sus entrenadores y veterinarios que garantizan el bienestar de unos animales que superan ya los 10 kilos.
Los leones marinos de California (Zalophus californianus) pertenecen a la especie de mamífero pinnípedo de la familia de los otáridos que viven en las costas del norte del Pacífico. Se caracterizan por la gran diferencia de tamaño entre los machos y las hembras, ya que los primeros pesan entre 300 y 380 kilos, mientras las hembras apenas alcanzan 90 a 100 kilos.
Se alimentan de peces y moluscos y son los únicos mamíferos cuya leche no contiene lactosa. Son muy sociables y juguetones, por lo que viven en grupos numerosos, donde interactúan de forma constante. Su ciclo reproductivo es especial, ya que, a las dos semanas de nacer la cría, la madre entra en celo y se aparea. El embrión resultante no se implanta en el útero, sino que se reserva para más adelante.
El futuro es inseguro para muchas especies de leones marinos y los años de destrucción por los seres humanos realmente ha hecho mella en sus poblaciones. Por la sobrepesca a nivel global y el cambio temperatura de los océanos, que afecta a los ciclos de nutrientes, muchos de estos animales se encuentran en situación de desnutrición o mueren de hambre. A pesar de los esfuerzos de conservación, todavía existe gran cantidad de trabajo por hacer, y es aquí donde los zoos modernos como Loro Parque, se convierten en la embajada de los animales salvajes.