La medida más eficaz para prevenir esta enfermedad y frenar su progresión es la deshabituación tabáquica.
Aunque tradicionalmente ha habido un mayor número de casos siendo varón, en los últimos años se atienden más mujeres que sufren esta enfermedad.
Mañana miércoles, 15 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), término que describe dos enfermedades pulmonares interrelacionadas: la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar, y que se caracteriza por la dificultad del paso de aire por los bronquios, obstrucción que es irreversible y habitualmente lentamente progresiva. Por este motivo, el servicio de Neumología del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC), adscrito a la Consejería de Canarias ha querido recordar que se trata de la primera causa de muerte evitable.
Es una fecha, auspiciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Iniciativa Mundial contra la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (GOLD), con la que se intenta promover en todo el mundo una profunda comprensión de la enfermedad y una mejor atención a los pacientes, no sólo por ser muy frecuente en nuestra sociedad sino, sobre todo, por resultar hoy por hoy la enfermedad respiratoria más mortífera.
Además hay que tener en cuenta las repercusiones en la calidad de vida de quien la padece, en España es la décima causa de discapacidad, y por la importante utilización de recursos sanitarios.
Según el jefe del servicio de Neumología del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias HUC), el Dr. Agustín Medina, “es la primera causa de muerte evitable, ya que en el 80-90% de los casos es causada por el tabaco”. Del total de la población fumadora, se calcula que entre un 35-50% desarrollará esta enfermedad pulmonar y aunque, por lo general, acontece en personas de más de 65 años, también la padecen personas más jóvenes, entre los 50 y 64 años.
En nuestro país es la cuarta causa de muerte, en España la EPOC se cobra aproximadamente 18.000 vidas cada año, por detrás de las enfermedades cerebrales y cardiovasculares, siendo además la única patología relacionada con el tabaco cuya mortalidad sigue en aumento.
La prevalencia de la EPOC varía entre las diferentes áreas geográficas. Concretamente en Canarias, tras el estudio epidemiológico EPOCAN llevado a cabo en ambas provincias (en el Hospital Universitario Dr. Negrín y el HUC) en una población entre los 40 y 70 años, se estimaba una prevalencia de la enfermedad del 7.3%.
La EPOC, claramente asociada al tabaco, también se puede deber, en un reducido porcentaje de casos, a otras exposiciones ambientales, tanto en el ámbito del hogar como en el trabajo y a causas genéticas (déficit congénito de alfa1 antitripsina).
Aunque tradicionalmente ha habido un mayor número de casos siendo varón, en los últimos años se atienden más mujeres que sufren esta enfermedad; de hecho, en países como Estados Unidos, donde la incorporación de las mujeres al hábito tabáquico fue mucho antes que en nuestro país, ya se ha constatado una cifra de muertes en mujeres superior a la de los hombres.
Si tenemos en cuenta que en España el consumo de tabaco sigue siendo muy elevado, en torno al 30% de la población (siendo mayor entre las chicas jóvenes que entre los chicos), probablemente todos estos datos empeorarán en las siguientes décadas, si no se busca una solución a través de campañas y planes de deshabituación tabáquica.
Se ha constatado en numerosos estudios, también en población canaria, que hasta el 70% de los pacientes con EPOC desconoce que padece esta enfermedad; consecuentemente un bajo porcentaje de ellos recibe tratamiento. Es posible que al comienzo no cause síntomas o que éstos sean leves (tos, expectoración diaria y dificultad para respirar, especialmente durante el ejercicio físico). A medida que la enfermedad empeora dichos síntomas se agravan, pudiendo confundirse con los del envejecimiento natural. Es básico, sobre todo desde el primer nivel asistencial del médico de Atención Primaria, realizar una prueba como la espirometría, para detectar esta enfermedad y remitir eventualmente, si es necesario, a los servicios de Neumología.
Es de destacar, como así también se ha demostrado con un reciente estudio realizado por el servicio de Neumología del Hospital Universitario Ntra. Sra. de La Candelaria, que la EPOC, además de afectar a los pulmones, también se asocia a otros problemas de salud, siendo los más frecuentes la osteoporosis, la ansiedad-depresión, la hipertensión arterial, la cardiopatía isquémica, la dislipemia, la insuficiencia cardiaca y la diabetes, siendo estos últimos más frecuentes en la población afecta del sur de Tenerife, en comparación con otras áreas geográficas de nuestro país.
Además, independientemente de la intensidad del hábito de fumar, en la población de pacientes con EPOC, fundamentalmente en los que tienen más componente de enfisema pulmonar existe un riesgo incrementado a padecer cáncer de pulmón.
Tratamientos
La medida más eficaz para prevenir esta enfermedad y frenar su progresión es la deshabituación tabáquica. Pueden ayudar a mejorar la sensación de falta de aire y evitar agudizaciones -periodo de aumento de síntomas, generalmente de pocos días de duración, que requieren asistencia médica y tratamiento suplementario- un correcto tratamiento farmacológico (inhaladores), un nivel adecuado de actividad física (evitar el sedentarismo), la rehabilitación respiratoria en los casos más avanzados y las vacunaciones antineumocócica y antigripal (ahora en este mismo mes nos encontramos en plena campaña de vacunación).
El oxígeno domiciliario sólo está indicado en una pequeña proporción de pacientes, en los que presentan mayor obstrucción. Continúa siendo una de las primeras causas de trasplante pulmonar, tanto en nuestro país como a nivel internacional.
En los últimos años se han venido incorporando en casos seleccionados otras alternativas terapéuticas como son las técnicas de reducción de volumen pulmonar (tanto endoscópicas como quirúrgicas) con las que se intenta disminuir el aire atrapado en los pulmones como consecuencia de la obstrucción de los bronquios.