A raíz de la detección de cebos envenenados en varias zonas rurales de la isla de Tenerife, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) de Santa Cruz de Tenerife en colaboración con Guardias Rurales y el apoyo de la Unidad Canina de Detección de Venenos del Servicio Cinológico de la Guardia Civil en Madrid, realizaron varios servicios se inspección y localización, consistentes en batidas por varias zonas rurales y de caza de la isla de Tenerife.
Tales cometidos se vienen desarrollando en el marco de la operación llevada a cabo por la Guardia Civil en la denominada “ANTITOX”, dirigida a prevenir, detectar y erradicar el uso de cebos envenenados y otros medios prohibidos de caza así como concienciar a la población de la ilicitud de estas prácticas, que constituyen un peligro grave para las diferentes especies silvestres, máxime las amenazadas o en vías de extinción.
Investigación integral y altamente especializada
La investigación contra los delitos contra la fauna en los que se emplea veneno y otros medios no selectivos resulta compleja por la dificultad en que se desarrolla (sin apenas testigos, a menudo en lugares recónditos, de difícil acceso y en los que el autor cuenta con importante ventaja en el medio)
Además la propia naturaleza de los ilícitos demanda una formación policial cada vez más especializada, conjugada con otros aspectos tan diversos como el análisis forense de los escenarios, cadáveres o nuevos métodos o modus operandi. Por dicho motivo, la Guardia Civil realiza un importante esfuerzo en la planificación y organización de este tipo de operativos, siendo la inteligencia medioambiental pieza clave en la planificación previa y desplegando con posterioridad técnicas sofisticadas como análisis de ADN, cotejo balístico y métodos de investigación propios de delincuencia organizada.
Unidad canina de la Guardia Civil especializada en la búsqueda detección de cebos envenenados y Guardería Rural.
El éxito de la operación Antitox se debe en gran parte a la participación e implicación del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, a través de sus unidades caninas. Estas unidades constituyen una herramienta fundamental, por la versatilidad y ventaja que ofrecen los perros especializados en la búsqueda y detección de cebos y sustancias toxicas, constituyendo junto con la Guardería Rural por su conocimiento del terreno un refuerzo fundamental para las unidades del SEPRONA.
Sanciones
La Guardia Civil recuerda que para utilizar las sustancias mayoritariamente utilizadas en los cebos se debe estar en posesión del carnet de manipulador de productos fitosanitarios o plaguicidas, dicho carnet se entrega a la finalización del curso de manipulador que desarrolla el Gobierno de Canarias
(Decreto 57/99) en el que se detalla el protocolo a seguir. Así mismo informa que la colocación de cebos envenenados en cotos de caza está tipificada en el vigente Código Penal, en el epígrafe de los delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, y está castigada con penas de prisión de cuatro meses a dos años o multas de ocho a veinticuatro meses, y en cualquier caso, con la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar por un tiempo de uno a tres años.