Noticias Tenerife La Guardia Civil destruye mas de 2.500 armas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife

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La Guardia Civil destruye mas de 2.500 armas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife

Las armas, procedentes de entregas voluntarias de particulares, así como de incautaciones de armas prohibidas o intervenidas cuya destrucción fue autorizada por las autoridades judiciales y administrativas, fueron eliminadas en un horno de fundición.

La Guardia Civil de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife ha destruido un total de 2.559 armas depositadas en las distintas Intervenciones de Armas de la provincia, una vez completados los trámites y plazos establecidos.

Las armas fueron trasladadas a una empresa de fundición de acero, donde se convirtieron en chatarra mediante un proceso de fundición. Entre el material destruido se encontraban revólveres, pistolas, escopetas, carabinas, rifles, armas blancas, así como armas de fuego antiguas o históricas.

Estas armas procedían de diferentes orígenes. Muchas fueron entregadas voluntariamente por sus propietarios, otras fueron recogidas por requerimiento tras la pérdida de la licencia o la falta de esta, y también se incluyeron aquellas utilizadas en delitos, infracciones administrativas o catalogadas como prohibidas. Además, se destruyeron las que no fueron adquiridas en subastas.

Armas preparadas para su traslado al horno de fundición para su destrucción
Armas preparadas para su traslado al horno de fundición para su destrucción / EDS

Control y regulación del acceso a las armas

El control del acceso legal a las armas en España recae en las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil, que aplican el Reglamento vigente para garantizar su cumplimiento. Entre los requisitos establecidos para la tenencia de armas figuran la ausencia de antecedentes penales y la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre su uso y manejo.

Cuando un titular pierde el derecho a la tenencia y uso de un arma, la normativa establece su inutilización o destrucción. Desde 2011, el proceso de inutilización está regulado por normas estrictas que afectan a todas las piezas fundamentales del arma, impidiendo su uso con plena capacidad de funcionamiento.

De manera periódica, la Guardia Civil lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de distintos calibres y armas blancas prohibidas. Algunas han estado implicadas en delitos o infracciones administrativas y, tras el procedimiento correspondiente, se determina su destrucción. Otras son eliminadas tras quedar fuera de circulación al no haber sido adjudicadas en subastas. En todos los casos, el proceso permite reducirlas a chatarra mediante fundición u otros métodos similares.

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