La Guardia Civil ha asestado un golpe a la delincuencia en el norte de Tenerife, deteniendo a un hombre de 31 años, residente en Tacoronte, acusado de siete delitos de robo con fuerza. El individuo, conocido por su habilidad para forzar cerraduras con la técnica del “pico loro”, ha sido enviado a prisión por orden judicial, poniendo fin a una serie de asaltos que mantenían en vilo a comerciantes y hosteleros de Santa Úrsula y La Victoria.
La alarma saltó tras varias denuncias presentadas por propietarios de establecimientos. Locales de hostelería, servicios y alimentación se vieron afectados por robos en los que el patrón se repetía: el bombín de la cerradura, forzado.
La investigación de los agentes del Puesto Principal de Victoria no tardó en identificar la sofisticada técnica utilizada por el ladrón. La “pico loro” consiste en el uso de una herramienta específica para ejercer fuerza lateral sobre el cilindro de la cerradura, provocando su fractura interna y, por ende, el acceso al interior del local.
En al menos dos de los asaltos, el ingenioso método le permitió sustraer cajas de recaudación con un botín que ascendió a unos 1.200 euros.
Las pesquisas de la Guardia Civil, que incluían un exhaustivo análisis de los modus operandi y la recopilación de pruebas, llevaron a la identificación del presunto autor. Sorprendentemente, este mismo individuo ya había sido detenido días antes por hechos similares, lo que facilitó su pronta localización y arresto.
Con pruebas contundentes de su implicación en los siete robos, el detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia de La Orotava. La autoridad judicial, tras evaluar las diligencias instruidas por la Guardia Civil, ha decretado su ingreso en prisión.