La Guardia Civil, en el marco de la operación SCRUM-MONÉ, ha logrado la desarticulación completa de un grupo criminal especializado en robos con violencia e intimidación en Tenerife.
Este grupo empleaba diversas metodologías para llevar a cabo sus delitos, destacando el uso de la violencia física directa contra sus víctimas cuando consideraban necesario para obtener el botín. Además, utilizaban el método conocido como “policía full”, que consiste en vestir prendas similares a las de las fuerzas y cuerpos de seguridad, en este caso de la Guardia Civil, con el objetivo de engañar a sus objetivos.
Los integrantes de la organización realizaban estudios detallados y previos sobre sus objetivos para asegurar que sus asaltos fueran rápidos y efectivos. Se especializaron principalmente en ataques a vehículos de recaudación y traslado de dinero, así como en robos con violencia e intimidación en viviendas situadas en zonas aisladas de la isla. Las cantidades sustraídas superan los 290.000 euros.
Tras varios meses de investigación compleja, la Guardia Civil fue identificando la participación de este grupo en varios robos de gran magnitud en Tenerife, incluyendo la posible implicación en un robo importante de drogas. Así, los agentes fueron configurando la estructura del entramado criminal.
En septiembre de 2024, los agentes tuvieron conocimiento de un robo con violencia e intimidación en una vivienda del municipio de El Sauzal. La rápida intervención de la Guardia Civil permitió que, aunque tres autores huyeron a pie por una zona montañosa tras amenazar con un arma a los agentes de la benemérita, dos de ellos fueron detenidos.
El 18 de noviembre de 2024 se produjo el asalto a un furgón que transportaba más de 50.000 euros. Dos miembros del grupo intentaron huir hasta una finca de seguridad en el sur de la isla, donde uno de ellos fue detenido y se recuperó el vehículo junto con la totalidad del dinero sustraído.
Desde ese momento, la Guardia Civil mantuvo una vigilancia estrecha en el entorno de los fugitivos, lo que permitió la detención en febrero de otro integrante que contaba con cinco requisitorias judiciales de detención e ingreso en prisión.

En junio se detuvo al último miembro del grupo que permanecía prófugo. Este individuo, reclamado por la justicia por un presunto delito de homicidio frustrado, utilizaba distintas identidades falsas y comunicaciones encriptadas para evitar su localización, lo que complicó la investigación y requirió un esfuerzo adicional para su captura.
Con esta actuación, la Guardia Civil ha desarticulado por completo a este grupo criminal, cuyos miembros enfrentan ahora penas de larga duración por delitos que incluyen robo con violencia, detención ilegal, allanamiento de morada y usurpación de funciones públicas, entre otros.
La operación culminó con la investigación de ocho personas, todas residentes en Tenerife, la recuperación parcial del dinero robado, la intervención de cinco vehículos y numerosos dispositivos electrónicos. Entre los objetos incautados se encuentran chalecos identificativos con anagramas y la leyenda “Guardia Civil”, que eran utilizados para suplantar a los agentes.
La autoridad judicial decretó el ingreso en prisión de seis de los integrantes del grupo. Cabe destacar que algunos de los detenidos ya habían cumplido penas de prisión tras ser arrestados en 2022 en otra operación de la Guardia Civil por hechos similares.
La investigación estuvo a cargo de agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife, específicamente del Área de Delitos contra el Patrimonio, junto con los Equipos Territoriales de Policía Judicial del Puerto de la Cruz y Playa de las Américas, con el apoyo de diversas unidades de la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife.