Agentes de la Guardia Civil, en colaboración con el Servicio Canario de Sanidad, han decomisado en Tenerife unos 25.000 kilos de alimentos no aptos para el consumo humano en un establecimiento comercial ubicado en el Polígono Industrial de Las Chafiras, en San Miguel de Abona.
La operación, liderada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Playa de Las Américas, ha derivado en el cierre cautelar del local y en la imputación de su propietario por un delito contra la salud pública.
La inspección comenzó tras detectar irregularidades graves en el supermercado, que podrían poner en riesgo la salud de los consumidores. Ante esta situación, los agentes solicitaron la colaboración del Servicio Canario de Sanidad, cuyo personal realizó una revisión exhaustiva del local durante más de cinco horas. El resultado fue el hallazgo de productos cárnicos, conservas, manufacturados y pescado congelado en condiciones que los hacían peligrosos para el consumo.
Entre los alimentos intervenidos se encontraban productos sin etiquetado que impedían conocer su origen, carne caducada o sin información sobre su composición, y pescado congelado con alteraciones debidas a la rotura de la cadena de frío. Especialmente preocupante fue el hallazgo de atún rojo envasado y expuesto a la venta sin etiquetas, así como piezas completas de esta especie en una cámara frigorífica, cuya procedencia no pudo ser justificada por el responsable del establecimiento.
Tras comprobar que los alimentos no cumplían con las condiciones higiénico-sanitarias necesarias, los técnicos ordenaron su retirada inmediata y destrucción por parte de un gestor autorizado. La gravedad de las infracciones ha llevado al cierre cautelar del supermercado y la apertura de un expediente administrativo sancionador.
El artículo 363 del Código Penal contempla penas de uno a cuatro años de prisión y hasta seis años de inhabilitación para quienes comercialicen productos alimentarios que pongan en peligro la salud de los consumidores.